Las Comisiones de Derechos Humanos, en todo el país, se han convertido en un coto de poder del propio poder ejecutivo, “eso en todos los Estados y en la nacional” y la nacional es un coto de poder del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Para el coordinador de la maestría en Derechos Humanos de la Ibero Puebla, Rubén Alberto Curiel Tejeda, la CNDH y las comisiones locales fueron creadas como organismos autónomos que no deben estar aliados a ningún tipo de poder y menos al poder ejecutivo.

Sin embargo, aunque se crearon así, originalmente, dijo que, en un principio, quienes las dirigieron eran muy conocedores, con muchas credenciales, incluso con perfiles académicos y laborales.

Sin embargo, la presidenta actual, Rosario Piedra Ibarra, es muy criticada por la forma en que llegó al cargo, impuesta por el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador.

“En esa decisión no hay autonomía total, esto hace que no funcionen como debería y las comisiones han tenido la necesidad de evolucionar hacia organismos que sean vinculantes y no se ha hecho”.

Ante eso, Curiel Tejeda, dijo que, muchos servidores públicos no la toman en consideración, no les importa, por eso se debe de repensar, “el problema es que se presupone que, si son vinculantes, ya no de recomendaciones, se puede hablar de una especie de competencia con el juicio de amparo”.

Sin embargo, lo anterior no es necesariamente cierto, porque el tema que toma la CNDH es mucho más rápido y ágil que el propio juicio de amparo, “se podría llevar a cabo de esta manera, pero lamentablemente se sigue pensado que deben emitir solo recomendaciones".

Para el coordinador de la maestría en Derechos Humanos de la Ibero Puebla, es alarmante la no autonomía que tiene la CNDH con el poder ejecutivo, que están subsumidas al contentillo del titular del ejecutivo, “tenemos condiciones que están ahí pero que no funcionan como deberían”.

Dijo que, a nivel nacional el tema de derechos humanos es algo grave, porque la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), tiene de encargada a una persona que no está logrando el objetivo propio de la comisión.

“Esto hace que la comisión quede mal parada, en un estado que nunca había tenido, porque se han hecho declaraciones fuera de contexto en temas fundamentales como el INE, donde su presidenta señala conocimiento de los años 50s cuando el INE fue creado en 1996 y da el aval a una reforma constitucional que no le corresponde”.

La CNDH mantiene un sistema deficiente, donde mucha gente de la sociedad civil que buscan en la comisión un lugar donde llegar y expresar sus quejas y denuncias y no son recibidos por la presidenta ni por los visitadores.

“Tiene registradas 218 recomendaciones en lo que va del año, que no son muchas para el tamaño de la población del país, lo lamentable son las declaraciones de la presidenta, hay ignorancia de la presidenta”.

Además, la confrontación que tiene con su propio consejo consultivo, que señalan que ella no tiene conocimientos básicos de los derechos humanos, un encargo que debe tener una persona preparada en temas de derechos humanos.