En el Centro Histórico, zona considerada como patrimonio cultural de la humanidad, la mayoría de las casonas son subutilizadas y otras han alojado a la delincuencia, aseguró la profesora de la Facultad de Arquitectura de la UPAEP, Dolores Dib Álvarez.
Por eso, de entrada, señaló, lo recomendable primero es asegurarse que los delincuentes no puedan entrar, porque a veces ya no hay puertas, ya no hay ventanas y no hay nadie que vigile.
Entonces, primero tienen que garantizarse la seguridad pública y luego la seguridad que los propios propietarios puedan tener, “porque ya hemos visto cuando una casa está abandonada es tomada por la delincuencia o por personas que no tienen donde vivir y que la deterioran más por el mal uso que se da de ellas”.
Y para asegurar la prevalencia de esos espacios, dijo la urbanista, es necesaria la intervención de las autoridades municipales para limpiar la delincuencia, “eso es factible”.
Como pasa en todo, dijo la profesora, la delincuencia y la inseguridad están prevaleciendo, pero primero es la seguridad pública y después la de los dueños que cuando vean una cosa así lo reporten y se puedan apoyar con la autoridad para ejecutar los desalojos.
A pesar de la subutilización y de que viven delincuentes al interior, dijo la profesora, así como están las cosas, la totalidad de los inmuebles están en posibilidades de rescatarse de manera inmediata, “todos son susceptibles de rescatarse”.
Dib Álvarez recordó que, ha habido programas del ayuntamiento donde intervienen las fachadas básicamente y ahora podemos ir al centro histórico y vemos muchas casas que están bien pintadas para dar una imagen urbana mejor, algo que es plausible para la autoridad municipal en turno.
El problema, señaló la experta en arquitectura es que, traspasando el muro de la fachada a veces encontramos ya nada, o ruinas, hierbas parasitarias, basura y demás objetos dañinos para la preservación de una casa histórica.
Entonces, aseveró la profesora de la Facultad de Arquitectura de la UPAEP, ha habido presupuesto, pero también, el ayuntamiento o la autoridad no puede invertir en una propiedad particular porque no es su función, pero sí puede conminar a los propietarios, darles facilidades, para que las puedan intervenir.
Cabe recordar que, los capitalinos tenemos una ciudad cuyo centro histórico es patrimonio de la humanidad y que es un deber de todos los ciudadanos que la habitamos cuidarla y mantenerla, pero eso se puede lograr con voluntad y sabiendo asesorarse, “solo así se puede lograr”.
Dolores Dib aseguró que, el valor de los inmuebles es por su originalidad, por sus espacios, por sus materiales y muchas veces se quieren hacer intervenciones que alteran todo esto y ya no se conserva esa cualidad de originalidad, lo que al final daña el inmueble.
Por eso, aseveró, los expertos y los que son preparados pueden hacer un proyecto de intervención con un uso nuevo o un uso contemporáneo, pero manteniendo los valores de los inmuebles.