Al inicio, sólo 60 de más de 300 comerciantes habían pagado un permiso al ayuntamiento, por lo que este sábado se montó un operativo para la verificación de los lugares ocupados en vía pública. Sin embargo, los mismos ambulantes revelaron a Intolerancia Diario que pagaron la cuota arriba referida a sus líderes y tenían conocimiento que una cuarta parte del dinero iría a las arcas del ayuntamiento.
Esta situación hace que se eleven los precios de los productos vendidos, refieren feligreses que este sábado celebraron el Día de la Virgen del Carmen.
Pero no sólo los comerciantes “hicieron su agosto”, también el Instituto Universitario Puebla (IUP), ubicado a una calle de la iglesia —entre la 19 y 17 Poniente y 16 de Septiembre—, que utiliza sus canchas como estacionamiento en el que se cobra hasta 10 pesos la hora.
Aumentan puestos
Para la celebración del 2010, el ayuntamiento autorizó la instalación de 300 puestos ambulantes —incluyendo algunos juegos mecánicos colocados un poco alejados de la iglesia— pero en esta ocasión la cifra creció, aunque las autoridades no informaron del número.
Para este 2011, la administración de Eduardo Rivera Pérez aseguró que se dio permiso a la misma cantidad de ambulantes, aunque a diferencia del año pasado, la instalación de los puestos aumentó, ya que en 2010 fue desde la 19 Poniente hasta la 13 Poniente sobre la 16 de Septiembre, y en las 17 y 15 Poniente de la 3 Sur hasta la 2 Sur.
Ahora en este año llegan los puestos desde la 21 Poniente hasta la 11 Poniente sobre la 16 de Septiembre, y en las 17 y 15 Poniente de la 3 Sur hasta la 2 Sur.
Durante un recorrido de Intolerancia Diario, una vendedora de chalupas informó que había pagado 600 pesos a su líder —de quien omitió el nombre— para ocupar tres metros de espacio para vender su producto.
“Pagamos 200 pesos el metro cuadrado por día, yo uso tres metros, mi primer pago de 600 pesos por adelantado, venda o no venda tengo que cubrir esta cuota.”
Comentó que aparte de este pago, por lo menos invirtió otros 2 mil pesos en la compra de tortillas, carne, tomates para las salsas.
Indicó que lleva 26 años de vendedora ambulante y siempre ha habido cuotas, pero en los últimos años han crecido enormemente, ya que asegura que las autoridades fortalecieron e hicieron crecer a los líderes de los vendedores.
“Ellos (los lideres) son los que realizan los cobros, distribuyen los lugares, meten o sacan gente en las ferias y ofrecen los espacios de acuerdo a sus conveniencias. Si a mí me sacan hay por lo menos diez que quieren mi lugar.”
Para este año tuvo que llegar a instalarse desde las 2:00 horas de este viernes, hora en que le asignaran su lugar, y se retirará la noche del domingo con jornadas de casi 24 horas, “nos vamos hasta que no haya gente”, dijo.
Reconoció que la feria del Carmen es una de las más lucrativas de todo el año, junto con el 15 de Septiembre, lo que hace que sean caras las cuotas.
La plancha del jardín de El Carmen fue respetada por segunda ocasión, tal y como se prometió desde el trienio de la ex presidente municipal Blanca Alcalá Ruiz en el 2009, aunque toda su circunferencia está rodeada por los puestos.
La celebración
Desde las 4:30 horas, los vecinos de la colonia El Carmen fueron despertados abruptamente por la detonación de decenas de cohetes que anunciaban la fiesta del día de la Virgen del mismo nombre
Cabe decir que la fiesta se va haciendo más chica en tiempo y tamaño, a pesar de que la feria que llegó a ser famosa a Puebla desde mediados del siglo XVII.
Pero es notable que la tradición sigue muy viva, luego de que este sábado al menos 15 mil personas visitaron el templo de El Carmen, ubicado a unas calles del centro histórico, donde se llevó a cabo una de las celebraciones más añejas en el estado.
Tan sólo a las 13:00 horas, cuando el arzobispo de Puebla ofreció misa, más de 2 mil 500 feligreses abarrotaron el templo, inclusive no se podía caminar entre los más de 300 puestos ambulantes para poder ingresar.
La fila de fieles para pasar por detrás de la imagen de la Virgen de El Carmen, llegaba desde el templo hasta el jardín, montetos aprovechados por los vendedores para comercializar escapularios, rosarios e imágenes de la figura venerada.
Las celebraciones se empiezan a organizar desde un mes antes, con el inicio de julio comienzan las festividades con misas solemnes a las 8:00 y a las 19:30 horas.
Posteriormente, del 7 al 15 de julio se realizan diversas procesiones a las que se invitan a diversas parroquias de comunidades alrededor del templo de El Carmen.
En esos días se reza el novenario a la Virgen de El Carmen con el rosario, para pasar a la fiesta patronal del 16 de julio con una misa de Gallo a la medianoche; posteriormente, desde las 5:00 hasta las 20:00 horas continuamente se celebran eventos religiosos.
La más importante eucaristía es la misa solemne oficiada por el arzobispo Víctor Sánchez Espinoza, en la que hubo al menos 20 confirmaciones y primeras comuniones.
El 20 de julio se celebra a San Elías, que va configurado a la Virgen de El Carmen. La clausura se realiza con una misa solemne de consagración a la Virgen María, el último día de julio.
La comilona
Igual de tradicional que acudir a rezar o a bendecir el escapulario, es degustar unas ricas chalupas, pozole, chanclas, cemitas, tostadas, elotes, chileatole, refrescos, nieves, aguas de sabores, tepache, dulces y ahora hasta pizzas.
Un sinfín de antojitos y juguetes típicos o de plástico —incluso chinos—, además de discos, películas y juegos mecánicos, hasta venta de ropa —cual tianguis dominguero— son parte de la fisonomía que rodeó uno de los principales templos religiosos en uno de los barrios más significativos de la ciudad.
Desde la tarde de ayer era casi imposible transitar por las calles 16 de Septiembre, de 19 a 13 Poniente y las que lo cruzan, ante la multitud que hizo presencia en el templo construido hace casi 430 años.
Pero anteriormente, lo que se vivió ayer de tumultos era registrado durante una semana o hasta 15 días, ante la cantidad de personas que llegaban a orar y a dar un paseo por la feria más céntrica de Puebla.
A la baja
Para especialistas como Eduardo Merlo y José Alberto Mora, presidente de la pastoral del templo de El Carmen, la tradición de la fiesta otrora más grande de Puebla se ha ido perdiendo año con año.
El arqueólogo Eduardo Merlo vaticinó la extinción de la que llamó “la última feria de los barrios de Puebla”, al irse acortando los días de celebración en aras de la modernidad.
“Es la última feria que nos queda de las antiguas tradiciones de Puebla, con la modernidad de los arquitectos supervanguardistas, desgraciaron una plazuela que era para la tradición. Eso ya no es feria, está restringida a su mínima expresión.”
Indicó que ahora ya no se le puede llamar feria, sino mejor un conglomerado de puestos amenazados y restringidos, a pesar de que la feria del El Carmen fue muy importante desde la época colonial.
“Hace muchos años se celebró hasta con corridas de toros en la plazuela, que para eso era. Con jaripeos, juegos de saltimbanqui la comida y artesanías, era una auténtica feria, pero al paso de los años se ha ido poco a poco desapareciendo.”
Dijo que hace apenas unos años, en la década de los 90 y 80 las celebraciones duraban como mínimo una semana con todo éxito comercial y religioso, ya que se llenaban las calles desde temprano a toda hora todos los días.
“Estaba atiborrada de gente todo el día y noche durante 15 días, la gente estaba esperando a que llegara a la feria. A la iglesia no se podía ni entrar, llena de flores y luces, misa tras misa, aunque por lo menos en la parte litúrgica no ha cambiado.
”En la parte comercial se mantuvo hasta hace unos años, y se acabó totalmente con la destrucción de la plazuela para convertirla en no que se qué es ahora, porque plazuela no es, ni parque”.
Mencionó que es de lamentarse que no se conserven las tradiciones, ya que son parte de la identidad del pueblo, “esta feria era la ultima que nos quedaba, la modernidad se comió a las otras ya hace muchos años”.
Explicó que otras celebraciones en Puebla, como en los barrios de La Luz o Analco, eran muy importantes, sin dejar atrás a San José o Santiago, “ahora todas son muy chiquitas”.
“El Carmen era lo único que quedaba de gran tamaño, pero ahora ya les dan pocos días de celebración. La gente iba a comerse sus chalupas, y otros antojitos, era un espacio de ellos y ahora es de nadie porque la gente no lo usa”, dijo al hacer referencia al exparque de El Carmen.
“Se va a extinguir lamentablemente, hay menos gente que otros años, por supuesto. Ya no hay donde pasear, ahora llegan a la iglesia y se van a sus casas, cuando el chiste además del religioso era que promovía no sólo la tradición, sino la economía de muchas familias y se acabó, es de lamentarse. De golpe y porrazo le dieron una estocada.
”Desde mediados del siglo, entre 1620 y 1650, la feria ya era muy importante, una feria que duró tantos años no se me hace justo que la imposición de modernidad de unos pocos le de en la torre a lo que es de todos”.
Historia y religión
Los Carmelitas Descalzos recibieron de la Iglesia de Puebla la ermita de Los Remedios —no era la de El Carmen— a finales del siglo XVI.
Los religiosos e encargaron de construir la iglesia y hacerla esplendorosa, por lo que lograron que en lugar de la virgen de los Remedios quedara la virgen de El Carmen como patrona.
En México, la devoción a la Virgen del Carmen llegó junto con los frailes carmelitas que arribaron a tierras aztecas en 1585, mismos que el 13 de julio de 1586 fundaron el Convento del Carmen de la ciudad de Puebla (ubicado en la 16 de Septiembre y 17 poniente) que fue además el segundo en América.
Desde su llegada a Puebla, la orden Carmelita tuvo gran aceptación por parte de los pobladores, situación que con el paso del tiempo se ha ido acrecentando, permitiendo que la ahora parroquia del Carmen sea el centro de reunión no solo dominical sino de celebraciones importantes, como bodas, preferido de los poblanos tradicionalistas.
El vocero de la arquidiócesis de Puebla, Eugenio lira Rugarcía, señaló que el arraigo religioso no ha descendido, aunque es importante ver la unión de las celebraciones eucarísticas con la convivencia que anteriormente se daba.
“La devoción ha tenido un gran arraigo, misas desde las 6 de la mañana, a la 1 de la tarde hubo misa del arzobispo, cinco de la tarde siete y ocho de la noche. Los fieles podrán experimentar el amor de Dios en su madre santísima.”
Afirmó que el arraigo religioso no ha descendido, sino que continúa en aumento, a pesar de que cada ves son menos los días de celebraciones.
“Es interesante que tras la celebración religiosa haya un espacio de convivencia, una de las fiestas religiosas mas importantes y con más arraigo en Puebla.”