Físicos de la Organización Europea de Investigación Nuclear (CERN) han anunciado la detección de las primeras señales del bosón de Higgs, la elusiva partícula considerada responsable de la masa de todas las demás y uno de los grandes misterios de la Física moderna. Sin embargo, los científicos de los dos experimentos que buscan este «santo grial» de la Ciencia, el ATLAS y el CMS, en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) de Ginebra, no consideran concluyente que la partícula haya sido descubierta. Simplemente, son indicios. Esas señales todavía deben ser confirmadas con nuevos experimentos, pero la ansiada «partícula de Dios» parece, por fin, de verdad, acorralada.

Fabiola Gianotti, responsable del experimento ATLAS, ha explicado que la señal se centró alrededor de los 126 GeV (Giga electrón-voltios) de energía. «Creo que es extremadamente probable que el bosón de Higgs se encuentre aquí», ha dicho en un seminario para discutir los resultados. «Pero es demasiado pronto para sacar conclusiones finales», ha insistido. «Hace falta realizar más estudios y se necesitan más datos. Los próximos meses van a ser muy emocionantes».

Los nuevos datos muestran que es más probable que el bosón de Higgs se encuentre en los rangos de energía más bajos del acelerador de partículas. La confirmación de su existencia, si es que se produce definitivamente, podría producirse el próximo año. Aunque sería un enorme avance científico para el mundo de la Física, los científicos del CERN han descartado hacer ningún tipo de anuncio durante este año.