Así como el pueblo de México marcó el pontificado de Juan Pablo II, también lo hará con el del Papa Benedicto XVI, quien vivirá en unas horas la experiencia de júbilo de una nación, consideró el secretario de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Víctor René Rodríguez.

En entrevista, a unas horas de la llegada del Papa, destacó que los mexicanos son herederos de una gran fe, que se verá reflejada con el recibimiento que harán al Sumo Pontífice.

“El Papa Juan Pablo II, al venir a México, tuvo esa experiencia con las multitudes que definió su pontificado de 26 años; al Papa Benedicto XVI le hacía falta vivir esta experiencia de júbilo y comunicación que puede tener con el pueblo de México”, agregó.

Víctor René Rodríguez indicó que durante la visita del Papa a México, hay más noticias buenas que malas.

“Hay un enfoque muy importante que debemos tener, decía el Nuncio Apostólico que estamos acostumbrados a recibir malas noticias por muchos temas con muchas circunstancias, pero hay muchas y muy buenas noticias en México”, dijo.

Puso como ejemplo “la toma de conciencia de un gran sector de la población y los esfuerzos que estamos haciendo por la educación, el esfuerzo porque la gente no se tenga que ir al extranjero a trabajar sino que encuentre aquí lugares importantes”.

Expuso que en México, a pesar de situaciones difíciles en algunas partes del país, “la gente sigue trabajando, sigue construyendo y buscando espacios de unidad”.

“Ya no digamos en el sentido mucho más amplio, cómo en México la cultura se sigue generando, como en México se siguen dando personas que trabajan por la paz, por la cultura”, resaltó.

Enfatizó que se está haciendo un trabajo de evangelización muy importante en el país.

“Hoy estamos trabajando mucho por una fe más consiente, más personal, más responsable, en esto hay un crecimiento en la vida de la iglesia y de las distintas iglesias de nuestro país”, indicó.

El secretario de la CEM enfatizó que el Papa ha dado un gran impulso a México y a América Latina cuando en Aparecida en 2007 en Brasil, en el discurso inaugural de aquella conferencia del área del Episcopado Latinoamericano, llamó a descubrir los grandes valores del ser humano.

“Las tradiciones religiosas, no solamente ser creyentes, sino a convertirnos en verdaderos discípulos y misioneros de Cristo”, recordó.

Detalló que hay muchas noticias que tienen sustento en el respeto, en el sentido de vida, de justicia y en el sentido comunitario, "que si somos obreros o empresarios, busquemos no solamente el propio interés de ganancia, sino las mejores condiciones para todos”

Sobre la elección de Guanajuato para esta visita, afirmó que además de tener en sus estados vecinos a 70 millones de mexicanos, es una entidad que nunca visitó el Papa Juan Pablo II.

“Finalmente aunque la visita es para México y América, en este caso la gente del Bajío, que tienen mayoría marcadamente católica y comprometida con su fe, es una oportunidad de sentir de cerca al Pastor Supremo de la Iglesia, esto fue la principal motivación”, estimó.