En el aula de usos múltiples, acompañado de la Directora de la Facultad, Patricia Durán Bravo, ante un nutrido grupo de estudiantes de Comunicación, el investigador expuso su visión sobre la “Responsabilidad social de los medios y la deontología informativa en el país”.
Martínez Sánchez, investigador y catedrático en instituciones como la UNAM y la Escuela de Periodismo Carlos Septién, resaltó el panorama complejo que existe en México en materia de autorregulación en medios de comunicación como prensa, radio, televisión y medios digitales.
“Si los códigos de ética son el primer indicio de asumir compromisos por parte de los medios en la sociedad, podemos decir que hay un gran rezago y si hablamos de medios digitales, a la fecha sólo se tienen visualizados dos códigos de ética”, enfatizó.
Abundó que en el país los medios que han tenido mayor disposición en materia de regulación son los públicos, como canal 11, canal 22, Notimex o el canal del Congreso, sin embargo hay más de 20 sistemas de radio y televisión y más de 400 frecuencias independientes a quienes se debe exigir asuman su compromiso público y eleven su calidad mediática.
El especialista en materia de comunicación agregó que hablar de autorregulación no es sólo hablar de medios y periodistas, sino asumir las reglas de los medios con el estado y la sociedad, consideró que ha habido una omisión por parte de la sociedad y su conjunto e hizo un llamado a la academia a asumir su responsabilidad.
“Es momento de que la academia y los grupos sociales tratemos de exigir mayor responsabilidad mediática a través de códigos de ética, que si bien no son la panacea, son mecanismos que pueden inducir al elevar el nivel de responsabilidad por parte de los medios”, señaló Martínez Sánchez.
Al iniciar su ponencia planteó preguntas acerca de si el nuevo entorno digital ha cambiado el concepto y el ejercicio de la libertad de expresión, y cómo entender, en ese contexto, la responsabilidad de los medios, que conllevan a hablar de límites, así como la posibilidad de encontrar vías alternas, como la autorregulación ética de los medios de comunicación.
Expuso que el desarrollo de medios digitales y de redes sociales se vincula con el limitado acceso de los ciudadanos a los medios de comunicación que ha provocado que numerosos grupos hayan acudido a expresarse en las redes sociales.
Indicó que la libertad de expresión es un derecho cuyo fin es ampliar el conocimiento de lo público, y que las reglas éticas y legales del periodismo en los medios digitales no debían ser diferentes de las prevalecientes en medios convencionales.
Por último reiteró que hablar de responsabilidad mediática, exige hablar de participación social y académica pero aún falta mucho por hacer en ese contexto.