El gobierno del estado se burló del Protam (Programa de Apoyo al Transporte Urbano Masivo), ya que originalmente para recibir los recursos provenientes de Banobras, para la construcción y la operación del metrobús, presentó un proyecto elaborado por la empresa Logit. Cabe señalar que el proyecto contó con el apoyo de mil 499 millones de pesos, de los cuales el 27 por ciento provienen de la Banca de Desarrollo.
No obstante, con la entrada de Víctor Mata Temoltzin a la subsecretaría del Transporte local, el proyecto de Logit fue desechado y sustituido por otro elaborado por la empresa Adhoc, cuyo propietario es el exsubsecretario de la SCT federal, Aaron Dychter Poltolarek.
Fuentes de la Secretaría del Transporte informaron a Intolerancia Diario que en el Programa Metropolitano de Movilidad la empresa Logit realizó el primer proyecto de costo-beneficio del corredor Tlaxcalancingo-Chachapa. Gracias a este estudio se bajó el recurso federal del Protram, ya que reunía todos los requisitos; posteriormente se otorgó de nueva cuenta el proyecto.
El metrobús tenía que cubrir tres requisitos indispensables, el primero de ellos: beneficiar a dos o más estados, lo cual obviamente no se hace en la ruta que se realiza desde el municipio de Tlaxcalalcingo a Chachapa cruzando por Puebla. El segundo requisito, que fuera un proyecto ecológico, ya que al contar con un número de unidades articuladas no debería circular gran número de vehículos del transporte público. Inclusive en el proyecto original se contemplaba la instalación de las llamadas “terminales de transferencia”, que eran los puntos al principio y al final de la ruta donde las rutas federales las alimentaran con pasajeros procedentes de otros municipios.
Por lo tanto, las cinco líneas de camiones federales no tendrían que entrar a la ciudad, disminuyendo la contaminación y el tránsito en las calles de Puebla. Pero al cambiar el proyecto ahora este paradero sólo será en “herradura”, para que el metrobús de la vuelta en “u” de regreso a la ruta, por lo que no habrá ninguna terminal y las unidades federales entrarán a la ciudad, como lo hacen hasta la fecha.
Como Intolerancia Diario reveló hace unas semanas, en el primer proyecto originalmente tenían contemplada la circulación de 45 vehículos articulados y se retiraban 500 unidades, entre microbuses y combis. Pero ahora se sabe que sólo serán seis los vehículos articulados los que circulen por la cinta de concreto hidráulico, junto con 90 autobuses convencionales, por lo que lo ecológico se perdió con el cambio. Se sabe que las unidades articuladas serán de la marca alemana Mercedes Benz y las convencionales de la firma Dina, sin que hasta el momento se sepa si hubo alguna licitación para determinar el empleo de estos camiones.
La excusa de la Secretaría del Transporte, según Mata Temoltzin, fue que simplemente no era negocio comprar tal cantidad de camiones articulados debido al bajo número de pasajeros en horas no pico. Ese punto lleva al tercer requisito: el beneficio social, que se pierde por ser tan poca la gente que realmente será beneficiada en comparación con la inversión millonaria de recursos federales y estatales. Otra situación grave en la construcción es que el concreto hidráulico era por el peso de las 45 unidades articulados, el cual debía ser de 3.50 centímetros de ancho, sin embargo lo hicieron de 3.20 disminuyendo la carpeta asfáltica.
Las mismas fuentes refieren que el crédito Protram fue aprobado en alrededor de mil 700 millones de pesos, de los que 50 por ciento va a fondo perdido y la otra mitad la paga el estado sólo para la infraestructura.
Más información en la versión impresa de hoy.