El coordinador de los diputados panistas recordó que el pasado 2 de octubre presentó una iniciativa para que el robo de arte sacro sea considerado como un delito grave, y se investigue a fondo para detener la sustracción de piezas que se encuentran en los templos del estado.
Comentó que al ser Puebla uno de los estados con un mayor fervor religioso se tienen piezas religiosas de gran valor y es necesario que haya un mayor cuidado pero sobre todo que se inhiba la comisión de este delito.
Riestra Piña señaló que hay un exhorto para las Cámaras de Senadores y Diputados a nivel federal para que se aplique un mayor castigo a los delincuentes, pero además se realice ya un inventario real para ver con lo que se cuenta.
Dijo que de acuerdo con la información obtenida son los estados de Puebla, Tlaxcala, Hidalgo, Jalisco, Guerrero, Michoacán, Veracruz, Oaxaca y Colima donde se ha registrado el mayor número de robos, pero es el territorio poblano el que ocupa el primer lugar.
Recordó que además de las estadísticas de los últimos diez años debe recordarse que en la pasada década de los años ochenta se dio uno de los más importantes robos, y este fue en la catedral de Puebla donde se mutiló el libro de Coros, al que se le cortaron las letras pintadas por Luis G. Lagarto.
El coordinador de los diputados de Acción Nacional comentó que Puebla posee una gran riqueza histórica vinculada a las instituciones eclesiásticas y estas representan una enorme fuente de turismo para el estado, sin embargo a pesar de esto no cuenta con un registro real y por lo tanto es de los estados más azotados por el robo a los templos.
Riestra Piña reiteró su llamado para tipificar como un delito grave este tipo de ilícitos, y aún y cuando a nivel federal ya se dieron los primeros pasos la reforma está en la congeladora en el Senado de la República.
El legislador que presentó en la última sesión del Congreso del estado un exhorto para que las Cámaras federales concluyan la reforma y el Instituto Nacional de Antropología e Historia acelere la organización del catalogo, manifestó que se daña a una comunidad cuando le roban una imagen.
Sostuvo que estas imágenes son el factor de unidad, de una identidad que mantiene vivas las tradiciones y costumbres.
Aclaró que sin que se viole un estado laico debe escucharse a una comunidad cuando en su templo dejan de ver al santo de su devoción, significa para ellos un dolor parecido al de la pérdida de un familiar.
Asimismo expresó que el catalogo debe quedar en resguardo para evitar que este pueda servir para que los coleccionistas lo utilicen para hacer pedidos a los delincuentes.