La ira de casi 200 usuarios de San Antonio Cacalotepec, Santa María Tonantzintla y San Bernardino Tlaxcalancingo estalló tras sufrir una semana el desabasto de tarjetas de prepago, retrasos de hasta media hora en el paso de los autobuses y la mala atención de los conductores.
La manifestación se tornó violenta desde las 19 horas, luego de fracasar varios intentos de diálogo con visitadores de las secretarías de Transportes y de Gobierno.
Hasta la medianoche las pláticas continuaban, mientras los autobuses permanecían retenidos, al igual que el bloqueo de la federal a Atlixco, entre los kilómetros 6 y 9, bajo la vigilancia de decenas de granaderos de la Secretaría de Seguridad Pública.
Durante el sábado y domingo, a través de volantes, usuarios de San Antonio Cacalotepec, Santa María Tonantzintla y San Bernardino Tlaxcalancingo llamaron a retener este lunes las unidades de RUTA, que la semana pasada inició operaciones en estas tres poblaciones, como parte de las líneas troncales 3 y 4 que, a su vez, conectan con el paradero principal de San Bernardino Tlaxcalancingo.
Mientras en Tonantzintla y Tlaxcalancingo hubo poca respuesta, una centena de vecinos de San Antonio Cacalotepec tomaron las unidades alimentadoras a partir de las 16 horas, a la altura de la presidencia auxiliar.
Inicialmente, inmovilizaron los autobuses de manera pacífica en demanda de un mejor servicio o el retiro total de este sistema de transporte público, pero con el paso del tiempo los ánimos se encendieron por la falta de diálogo con las autoridades estatales.
“Somos cientos los perjudicados, entre trabajadores, comerciantes y estudiantes, pero sobre todo los niños y jóvenes que perdieron muchas clases por la falta de tarjetas y el retraso de los camiones”, enfatizaron.
En los volantes que repartieron los organizadores de la protesta, se leía: “vecino, te invitamos a que nos apoyes para que la línea que tenemos siga o solicitar otra línea que pueda darnos el servicio. Tu apoyo es importante porque el Gobierno no entiende que nuestra necesidad es diferente No olvidemos que somos comerciantes, estudiantes, trabajadores afectados en nuestro bolsillos”.
Al iniciar el diálogo con personal de la Secretaría de Transportes del gobierno estatal, alrededor de las siete de la noche, los inconformes exigieron un mejor servicio o el regreso de los minibuses y combis de las empresas Lusac y Ocoyucan, que pasaban cada cinco minutos, y no cada media hora como sucede actualmente.
Las pláticas con el personal de la Secretaría de Transportes se rompieron en un par de ocasiones porque los usuarios consideraron que sólo les daban largas y exigieron la presencia del titular de la dependencia, Bernardo Huerta. El diálogo se retomó una hora después por la intervención de la Secretaría de Gobernación, a cargo del recién nombrado Luis Maldonado Venegas.
Hacia la medianoche, los pobladores accedieron a abrir la carretera federal a Atlixco, después de escuchar los primeros acuerdos tomados con la Secretaría de Gobierno en las mesas de negociación instaladas en la presidencia auxiliar de San Antonio Cacalotepec.
Desde hace una semana, el sistema RUTA comenzó a circular por Tonantzintla, San Antonio Cacalotepec y San Francisco Acatepec, completando las 10 alimentadoras del primer eje troncal, que corre desde San Bernardino Tlaxcalancingo y Chachapa, por lo que 216 unidades de las rutas 36, 32, 32 A, Lusac, Ocoyucan y Tlaxcalancingo fueron sustituidas por 119 unidades de la Red Urbana de Transporte Articulado.
Los paraderos en esta zona están ubicados en la calle 16 de Septiembre, de San Antonio Cacalotepec, frente a la iglesia de San Miguelito en Santa María Tonanzintla, en la presidencia de San Bernardino Tlaxcalancingo y a una cuadra de la presidencia de San Francisco Acatepec.