La virtual privatización del SOAPAP generó serios daños colaterales principalmente para la capital toda vez que se tendrán que pagar hasta 150 mil pesos por reparar las calles afectadas el centro histórico; además, está latente la guerra del agua con Nealtican, ya que sus mantos fueron sobreexplotados.
A una semana de darse el relevo en el servicio de suministro de agua potable, el recuento de los daños en la capital va en aumento, principalmente en el centro histórico, donde, por la rapidez con que se hicieron las obras para meter las líneas que conectarán los medidores que venderá el SOAPAP, se dañaron calles enteras. En tanto, una de las banderas que se manejan es el rescate del centro histórico, las empresas constructoras generaron severos daños en calles y avenidas.
El proyecto fue con una inversión de 73.5 millones de pesos, de los cuales 60 por ciento lo aportó el SOAPAP y el resto la federación, presuntamente para mejorar el servicio del vital líquido en la ciudad. Con ello se colocan 132 kilómetros de tubería, se cambiarán 7 mil 75 tomas domiciliarias en beneficio de unos 34 mil 108 habitantes y se recuperarán 74 litros por segundo de agua.
Se trabajó en cinco zonas: La Esmeralda, Santiago-Piedad, El Parral-La Merced, Chula Vista-El Carmen y Moctezuma-Hidalgo. Con la colocación de tubo de PVC de cuatro pulgadas, con una vida útil de 40 años, y tomas domiciliarias de alta tecnología.
En el ofrecimiento de los funcionarios del sistema se indicó: “Con material nuevo de banco rellenar compactar se están haciendo capas de 20 centímetros hasta llegar al nivel, hacemos un cajeo y dependiendo del sitio si es asfalto, asfalto y si es concreto se está reponiendo el concreto”.
Sin embargo, los trabajos para reparar no se hicieron con la calidad y las calles que tenían y el adoquín hoy presentan serios desperfectos. Durante los trabajos del SOAPAP redujeron los carriles en la 5 Oriente y la 6 Poniente, ocasionando un caos vial. Las pérdidas que han ocasionado las obras en los negocios también hay que considerarlas, no sólo es el tráfico, es la calidad de vida que tienen las personas en la localidad.
Millonaria inversión
De acuerdo a constructores consultados, adoquinar una calle de 8 metros de ancho por 100 de largo —que son las dimensiones que tienen las del centro histórico— tiene un costo de 600 a 700 mil pesos. Cuestionados sobre el costo para reparar las calles del centro histórico, indicaron que por la mala calidad de las obras se necesita retirar el adoquín totalmente para colocar una base y volverlo a poner. Por cada calle se requieren al menos 150 mil pesos, ya que es un trabajo prácticamente artesanal, e indicaron que son decenas de calles las afectadas.
Sin agua
En el esquema del SOAPAP nunca se plantearon con la nueva ley los volúmenes de explotación permitidos en los municipios que aportan el vital líquido para otros lugares que carecen del mismo. Una situación es la de los municipios de Nealtican y Xoxtla, cuyos mantos freáticos se están agotando por una sobre explotación para satisfacer las necesidades de la capital.
El año pasado, ante la privatización del servicio, habitantes de esa región señalaron: “Hay preocupación de los habitantes que en los últimos 20 años vieron cómo se han secado ya algunos pozos que están siendo operados por el SOAPAP sin que hayan recibido los beneficios que prometió el entonces gobernador Manuel Bartlett Díaz”.
Indicaron que se requieren estudios geográficos del subsuelo que permitan conocer realmente la cantidad de agua que hay en Puebla y no solamente irse por estimaciones que generan la citada sobre explotación y en unos años van a generar un problema que se saldrá de control.
Un millón, sin servicio
En México un ciudadano consume en promedio 360 litros de agua diariamente. Mientras que para el estado de Puebla el Instituto Nacional de Estadística y Geografía reportó que para 2010 960 mil 829 personas, de los casi 6 millones que lo habitan, carecían de agua potable entubada. A pesar de los esfuerzos institucionales, es un hecho que en toda la entidad poblana existe escasez de agua.
De acuerdo con especialistas, no se puede privatizar un servicio que es estratégico, y a nivel mundial se habla de su problemática: “Cada año el cambio climático genera períodos más prolongados de estiaje, generando la insuficiencia del recurso hídrico, ya que se usa prácticamente toda la que se tiene y además de que se desperdicia un gran volumen de ella debido a la ineficiencia o irresponsabilidad en su manejo; y esto se traduce en una severa restricción para el logro del desarrollo social y económico sustentable, haciendo que uno de los principales desafíos en la entidad poblana lo constituya el lograr un manejo racional de los limitados recursos hídricos, bajo claros criterios de sustentabilidad, basados en el uso eficiente del agua”.