Un grupo de investigadores estadounidenses afirma que el consumo de marihuana en los adultos jóvenes genera cambios estructurales en el cerebro.
Varios estudios han demostrado en el pasado que los jóvenes de aproximadamente 20 años que fuman marihuana con frecuencia son más propensos a experimentar problemas de aprendizaje y de salud mental.
Según una reciente investigación llevada a cabo por las universidades de Harvard y Northwestern, existen además notables diferencias entre los cerebros de los adultos jóvenes fumadores de marihuana y los de los no fumadores.
En el estudio se compararon escáneres cerebrales de fumadores de marihuana de entre 18 y 25 años. Los resultados, según los propios investigadores, fueron sorprendentes, cita el diario The New York Times.
Según el rotativo, incluso en los siete participantes que fumaban solo una o dos veces a la semana se notaron diferencias estructurales en dos regiones importantes del cerebro. Cuanto más fumaban los individuos, mayores eran las diferencias, agrega.
"Hoy disponemos de suficientes pruebas como para decir que el consumo crónico y/o frecuente de marihuana puede perturbar el desarrollo normal del cerebro y provocar daños cognitivos, malos resultados académicos y otros efectos negativos asociados. Y cuanto antes se inicia el consumo más graves son esas consecuencias", indica Ruben Baler, científico del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de Estados Unidos., citado por el portal de noticias El Tiempo.
Además, los expertos advierten que el THC (tetrahidrocarbocannabinol), es decir, la sustancia psicoactiva presente en el cannabis, puede tener serias consecuencias a largo plazo.
"El THC de la marihuana interfiere con distintos tipos de programas del cerebro. Estos incluyen procesos importantes no solo para la memorización, el aprendizaje, la coordinación motora y la toma de decisiones, sino también para el desarrollo y la maduración del cerebro", señaló Baler.