Tras el sismo que cimbró a Puebla en septiembre de 2017, varios edificios de la capital poblana se vieron afectados, uno en particular aún refleja la magnitud del movimiento telúrico que sorprendió a los poblanos la tarde del 19.
Desde hace más de 3 años y medio, el Hospital General Regional número 36 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), mejor conocido como San Alejandro, continúa en espera de poder ser intervenido para reparar los daños estructurales que son visibles a simple vista.
Escombros, paredes que han perdido parte de su estructura, cristales rotos, hierba que ha crecido por no ser podada, logotipos del IMSS sin color, candados en la mayor parte de las entradas, ambulancias destartaladas, sin llantas y hasta un auto particular que se encuentra en el lugar; son testigos del paso del tiempo y abandono del lugar.
Durante el recorrido que realizó Intolerancia Diario fue posible observar que la estructura ha sido víctima de robo de cableado y otras partes metálicas.
Personal que se encontraba resguardando el lugar, relató que se han percatado de dichos robos durante los recorridos que realizan por las áreas transitables del lugar.
Aunque en varias ocasiones se había planteado la posibilidad de una demolición completa, para sustituir el hospital, el costo de dicha acción ocasionó que el proyecto se detuviera.
En 2019, dos años después del sismo, se dijo que sólo serían intervenidos aquellos puntos que presentaran un daño irreversible, pero nuevamente el proyecto se detendría por diversas circunstancias.
En esta semana, durante la más reciente visita del director nacional del IMSS, Zoé Robledo, quien en compañía del gobernador del estado Miguel Barbosa, asistió al primer Informe de Actividades de la titular del Órgano de Operación Administrativa Desconcentrada del IMSS Puebla, María Aurora Treviño, se oficializó que la demolición del nosocomio iniciará el próximo 1 de Mayo.