Los Catecumenos llevan la fiesta de júbilo a la Catedral Metropolitana para celebrar la ordenación de Carlo del Carisma de manos del arzobispo, Víctor Sánchez Espinosa. El sacerdote italiano Carlo Dei Lazzaretti de 71 años de edad, acompañado por sus tres hijos —adultos todos—, ahora es padre de millones de cristianos en Puebla, México y en la Italia.

El entregado a Dios después de sufrir la pérdida de su esposa varios años atrás, decidió continuar el ejemplo de Jesús, al igual que los primeros cristianos ha optado por ser pescador de hombres y mujeres para convertirlos y consolidar su fe.

Los primeros Catecumenos se reunían en cuevas o casas bien estudiadas para evitar ser perseguidos por los romanos, pero siempre dibujaban un pez en las paredes para dejar constancia de su estadía.

El paso de los nuevos Catecumenos en la Catedral Metropolitana de Puebla no dejó un dibujo de un pez en las paredes, pero sí la alegría de sus danzas al final de la ordenación de este nuevo sacerdote que pertenece a la Arquidiócesis de Puebla.

Pero ese júbilo también estremeció los pilares y cimientos de la joya arquitectónica poblana por evocar el júbilo del Cristo resucitado que se mantiene vigente en casa catecumeno y en cada cristiano que camina por el mundo.

La emotividad viva se vivió también como lo hicieron los antiguos Catecumenos cuando el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa ungió al nuevo pastor.

Uno de los hijos de Dei Lazzaretti se paró enfrente del altar con la nueva Casuya que el arzobispo ordenó incorporarla a sus vestimentas para ser el nuevo pescador de personas para llevarlas al camino de Dios.

Carlo Dei Lazzaretti, originario de la Parroquia San Vincenzo de Paoli, Lecce Italia, fue enviado a Puebla para recibir la última parte de su instrucción sacerdotal.

El arzobispo recordó que el orden sacerdotal o presbiterado, es uno de los siete sacramentos de la Iglesia, por el cual, el varón elegido y capacitado en un largo proceso de formación, por la imposición de las manos del Obispo y la Oración Consecratoria, queda configurado con Cristo Maestro, Pastor y Santificador; además de quedar consagrado al servicio de la Iglesia.

"Al presbítero le corresponde, como colaborador del Obispo, santificar al Pueblo cristiano a través de la predicación de la Palabra de Dios, la guía pastoral y la administración de los sacramentos, especialmente la Eucaristía, la Confesión y la Unción de los Enfermos".

Indicó que al ser ordenado, se integra al Presbiterio Poblano, el cual cuenta actualmente con más de 400 sacerdotes diocesanos, que atienden las 316 parroquias de la Arquidiócesis.

Desde el principio de su Arzobispado, Monseñor ha ordenado a 103 sacerdotes para el servicio de la Arquidiócesis de Puebla.