El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, al bendecir los Santos Óleos y consagrar el Santo Crisma, exigió a los sacerdotes diocesanos y religiosos de la Arquidiócesis de Puebla, renovar su compromiso religiosos, respetar el celibato y a comprometerse a mejorar el panorama social.

Pero a los laicos pidió también orar por todos los sacerdotes poblanos para que alcancen la santidad y estén enfocados en mejorar la calidad humana de la comunidad.

El compromiso sacerdotal, recordó, es el de caminar al lado de los fieles y comunidad, como una Iglesia sinodal, contemplada por el Papa Francisco.

Priorizó que Jesús no quiere violencia ni una vida ligada al individualismo, pero sí una vida participativa de ayuda al prójimo.

"Jesús lo recuerda y le repite a sus discípulos que sea una vida armoniosa, y con ustedes, los cristianos tenemos que luchar por implantar ese modelo de sociedad que Jesús nos dejó".

En esta fecha, indicó que la logística de la Iglesia adelanta la bendición de los santos elementos para que los sacerdotes los administren en sus parroquias o templos.

Recordó que este martes Santo, se celebra la Misa Crismal con todos los sacerdotes que vienen a renovar sus compromisos sacerdotales ante los feligreses y a los fieles de la Iglesia, pero también llevan un cargamento de los Santos Óleos para la administración de los sacramentos.

Sánchez Espinosa bendijo el Óleo de los Catecúmenos, Óleo de los Enfermos y el Santo Crisma.

Recapituló que los Santos Óleos son básicos en las celebraciones y ceremonias religiosas, desde el bautismo hasta la muerte.

El Óleo de los Catecúmenos, subrayó, es para ungir a los que van a ser bautizados y significa que Jesús da la fuerza necesaria a los sacerdotes y religiosas para enfrentar las tentaciones, además es sinónimo de perseverancia en el camino hacia el bautismo.

Ante ese panorama, subrayó que el Óleo de los Enfermos, los sacerdotes lo administran para ungir a quienes padecen alguna enfermedad grave, a los que van a someterse a alguna intervención quirúrgica y a los que se encuentran en peligro de fallecer.

Este Santo Óleo, acentuó, se ocupa en el sacramento que perdona los pecados y fortalece espiritualmente a las personas que son ungidas.

Subrayó que la consagración del Santo Crisma se emplea en los sacramentos de la consagración, que es el bautismo, la confirmación y en las ordenaciones sacerdotales y de los Obispos.

Advirtió que con esta unción, el cristiano participa de las funciones de Jesucristo como sacerdote, profeta y rey.

"El Crisma también se usa para consagrar altares, templos y catedrales”.