El lunes 5 de mayo de 2025, en la Capilla Paulina del Palacio Apostólico, se llevó a cabo el juramento solemne de los oficiales y personal laico asignados al Cónclave que elegirá al sucesor del Papa Francisco.
Este acto, realizado conforme a la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis (n. 48), fue presidido por el Cardenal Camarlengo y los tres Cardenales Asistentes.
Los juramentados, entre ellos eclesiásticos y laicos, se comprometieron a mantener un secreto absoluto y perpetuo sobre todo lo relacionado con las votaciones y escrutinios del Cónclave. Además, prometieron abstenerse de utilizar cualquier dispositivo de grabación, audición o visión durante el proceso de elección.
Este juramento es una medida esencial para garantizar la confidencialidad del Cónclave, cuya apertura está programada para el miércoles 7 de mayo en la Capilla Sixtina.
En esta ocasión, 133 cardenales menores de 80 años participarán en la elección del nuevo pontífice, tras la reciente muerte del Papa Francisco a los 88 años.
Para asegurar la privacidad del proceso, el Vaticano ha implementado estrictas medidas de seguridad, incluyendo el uso de tecnología avanzada para bloquear señales electrónicas y la prohibición del uso de teléfonos móviles dentro de la Ciudad del Vaticano durante el Cónclave.
La elección del nuevo Papa requerirá una mayoría de dos tercios de los votos emitidos por los cardenales electores. Una vez alcanzado este consenso, se anunciará públicamente mediante la tradicional "fumata blanca" desde la Capilla Sixtina, simbolizando el "Habemus Papam".