La fama llegó a muy temprana edad para la italiana Monica Bellucci. Nacida en la localidad de Città di Castello, indicó Vanity Fair Italia, aprovechó sus intensos rasgos y su 1,73 metros de estatura para comenzar una carrera como modelo cuando solo era una adolescente. Dividió su tiempo entre las pasarelas y una prometedora carrera de abogada, aunque a fines de los 80 se trasladó a Milán, centro neurálgico de la moda italiana.
Ese salto le permitió convertirse en modelo de la prestigiosa Elite Model Management y conseguir contratos con Dolce & Gabbana y Elle. "Las casas de moda de todo el mundo la adoraban y competían por ella", reveló VF Italia.
Por esos años comenzó su atracción por el cine. Partió con pequeños roles en cintas como La Riffa (1991) y Drácula, de Bram Stoker (1992), dirigida por Francis Ford Coppola.
Ya en 1996 había conseguido el reconocimiento en la pantalla grande: fue nominada al premio César como mejor actriz de reparto por su rol de Lisa en L appartement.
Fue ahí donde conoció a su segundo esposo (tras un fallido matrimonio con un fotógrafo). Se trató del actor Vincent Cassel, con quien finalmente decidió casarse en 1999 y tener dos hijas.
Un año más tarde, Bellucci alcanzaría la fama con la cinta de Giuseppe Tornatore, Malena (2000).
Su dominio del francés y el inglés le permitieron protagonizar cintas más allá de las fronteras, como la controvertida Irreversible (2002) de Gaspar Noé, donde sorprendió su escena de una violación, y Matrix (2003), donde interpretó a Perséfone. Incluso para La Pasión de Cristo (2004), donde encarnó a María Magdalena, se aventuró a la idea del director Mel Gibson de realizar el film en latín, hebreo y arameo.
Por su esposo francés, la diva se trasladó a Francia, donde se radicó. "Es el mejor regalo que Italia nos ha hecho", señaló hace unos años el actor Alain Delon, indicó el mismo medio. En 2013, no obstante, Bellucci y Cassel anunciaron su separación luego de 14 años juntos, donde nacieron sus dos hijas: Deva (10 años) y Leonie (4).
Años y belleza
"No tengo miedo de los 50 años", señaló la actriz al medio Il Secolo XIX, mientras está en plenas grabaciones de la cinta Na mlecnom putu (En la vía láctea) junto a Emir Kusturika y que hoy la tiene de paso por Serbia.
"Estoy viva, sana, tengo dos hijas que amo, yo diría que es un presupuesto más que positivo", agregó.
Sobre su cumpleaños número 50 y la mantención de la belleza, la actriz es clara: "La belleza sirve para protegerme. Es un talento natural, como la inteligencia, se ha dado para ponernos a prueba. Es una herramienta de mi trabajo, por supuesto. Pero si es un fin en sí misma, puede convertirse en una desventaja", señaló, asegurando que aún se mantiene alejada de cirugías y botox.