En un “oasis alemán” en un desierto de pobreza se convirtió el evento de la colocación de la primera piedra de la planta de Audi en el municipio de San José Chiapa, donde el elitismo germano y gubernamental despreció al pueblo que supuestamente pretenden beneficiar.

Mientras la zona de construcción de la armadora de autos europea se convirtió en un verdadero búnker invadido por alemanes, a lo lejos, a cerca de 15 minutos de distancia, el pueblo miraba todo en dos pantallas gigantes.

En el evento se volvió a anunciar la inversión millonaria de mil 300 millones de dólares que hará Audi en la zona.

El secretario de Economía del gobierno federal, Idelfonso Guajardo, se comprometió a ayudar a los alemanes a las exportaciones de sus automóviles.

El director general de Audi, Robert Stadler, pronosticó que para 2020, tan sólo en Estados Unidos, se venderán más de 200 mil automóviles de los que se producirán en Puebla.

Además, el gobernador Rafael Moreno Vallé Rosas aseguró que la planta generará 13 mil 600 empleos en su primera etapa, pero sólo serán tres mil 800 de manera directa contratados por Audi.

Entre todas estas cifras, el presidente municipal Filogonio Vargas —a quien no se le dio la palabra en el evento— en entrevista sentenció que esperan que acepten a empleados que sólo tengan la secundaria, porque en la comunidad no hay universidades.

Pero también “la fiesta de los güeros” —como la llamaron los ejidatarios— sirvió para que se placeara, pavoneara o se promocionara el precandidato Pablo Rodríguez Regordosa, otrora secretario de Economía local y ahora precandidato a diputado local.

Pero el exfuncionario morenovallista prometió que no se publicitará la entrevista que dio a una “revista digital” en bardas, microbuses y espectaculares.

La fiesta de los güeritos
En el “oasis de Alemania” se colocó una gran alfombra, bajo una enorme carpa donde los invitados eran recibidos por bellas edecanes —la mayoría de ellas extranjeras— y copas de vino, cervezas alemanas y distintos platillos desde lasagna hasta caviar de beluga.

Pero para que los invitados selectos pudieran acceder al “magno evento” la cita fue desde 8:30 horas en la explanada del estadio Cuauhtémoc, con la advertencia de que nadie podría llegar por su propia cuenta al “oasis alemán”.

Pero los invitados tenían que haberse registrado por internet días antes, por lo que aunque se llegará a ese punto se dificultaba la entrega de una acreditación, eso sí, de la manera más atenta y con una hermosa sonrisa de bellas edecanes, la mayoría alemanas.

Pero también la vestimenta era otro requisito para ingresar al búnker germano, con “código de vestir: semi-formal (traje sin corbata)”, resaltaba en la invitación.

Obviamente no todos la obedecieron, pero la gran mayoría acató la disposición, incluso el embajador de la República Federal de Alemania, Edmund Duckwitz, durante su discurso señaló que él muy al estilo de su país obedeció la regla de no llevar corbata, mientras que las autoridades poblanas, incluido el gobernador Moreno Valle, llegaron muy formales, “pero entendía a los mexicanos”.

Por lo tanto, en el lugar pulularon trajes desde Versace, Gucci o Hugo Boss, hasta sacos de Milano, y afuera quedaron las gorras, huaraches y sombreros de palma, los más utilizados en la zona, como en cualquier pueblito de México.

Sin embargo, un muy pequeño grupo de lugareños resaltaba por no portar lo solicitado, pero no por rebeldía, sino por no tener trajes en sus roperos.

Seis ejidatarios fueron los únicos representantes del pueblo de San José Chiapa, quienes vendieron sus terrenos en 22 millones de pesos por sus 200 hectáreas.

Humberto Serrano Vélez, comisariado ejidal en San José Chiapa, recordó en entrevista cómo lograron sacarle más dinero al gobierno de Puebla, cuando en una primera parte compró terrenos a 80 mil pesos por hectárea, pero en una segunda exigieron y lograron les pagaran 200 mil pesos por la misma superficie.

El dinero se repartió entre 278 ejidatarios, 76 mil pesos cada uno, quienes se lo gastaron en fiestas, deudas y hasta comida, muy pocos ahorraron y ahora sólo les queda mirar como esas mismas tierras valen más de un millón de pesos la hectárea.

Aunque no son propietarios, no se quedaron callados y expresaron la molestia por el “cortón” o discriminación del que fueron objeto sus vecinos.

“Lo único pendiente que quedó con el gobierno del estado es que haya empleos y universidades para capacitar a la gente de acá y de los alrededores para que podamos tener algún trabajo acá en Audi.

”Aunque de cierta manera la gente está inconforme, ya que hacer dos eventos no lo miramos bien, la gente tenía la ilusión de asistir a este evento, desgraciadamente no fue así, la gente está un poco inconforme con eso”, dijo.

Mientras mencionaba estas palabras a 15 minutos de distancia, en el parque municipal, se llevaba a cabo una especie de verbena en la que se regalaron carnitas y mixiotes para el pueblo y que sólo viera por pantallas la “fiesta de los güeros”.

Uno de los más molestos fue José Luis Humberto Conde, presidente del consejo de vigilantes del comisariado ejidal.

El campesino indicó que no les importa tanto haber vendido barato, sino los beneficios que a futuro lograron, los que no disfrutarán ni sus hijos, sino sus nietos, aunque esperan no ser marginados.

“Hay mucha gente inconforme que dice que se vendió barato, que todo va subir, los precios van a subir, los terrenos van a subir, ahora quien apenas si tenía para comprar una casa, ya no lo va poder hacer, ya se elevó todo aquí en el pueblo, un terreno que costaba 20 mil ahora vale 60 mil pesos, todo se fue hasta el triple.

”Nos preocupa más ahora que nos empezamos a fijar que la empresa nos discriminó un poco, que nos relegaron, simplemente con los meseros lo vemos, sólo van a las mesas donde vienen de traje y corbata y a nosotros que no venimos así no nos preguntan qué queremos, desde ahí nos están marginando.

”Esperemos que esta marginación no siga, porque la idea de vender fue para beneficiar a nuestra gente y que no nos discriminen”, señaló el campesino.

Pero el presidente municipal, Filogonio Vargas, con optimismo dijo que esperan les instalen una universidad, aunque contaba con que contrataran a gente con sólo la secundaria como máximo grado de estudios.

“El acuerdo es que la prioridad sea la gente de San José Chiapa la que contraten, estamos tratando que toda la gente salga beneficiada de nuestro municipio, independientemente que no va alcanzar, van a tener que contratar a más gente de otros poblados, pero sí es el acuerdo que existe con empresa y el estado.”

—¿Cumple con el requisito que poner la planta para que sean sus trabajadores?

—Es que ahí sí tenemos algunos problemitas en ese aspecto, ahora estamos recomendando que se preparen mejor los jóvenes, hemos hablado con padres de familia también, con los maestros, en donde los jóvenes tienen que aprender más para que así pueda emplearse toda la gente y no tengan que emigrar.

—¿Tienen universidades tecnológicas o algún otro centro de estudios?

—No tenemos nada, lo único que tenemos es un bachillerato.

—En tres o cuatro años inicia labores la planta, ¿les da tiempo a la gente de prepararse?

—Tres años es mucho para preparar a la gente, sí es suficiente tiempo para preparar a la gente de aquí de San José Chiapa. De cierta manera lo que nos han dicho esta gente es que con secundaria ya puede entrar a capacitarse, desde secundaria.

—¿El ayuntamiento no tiene la facultad de entregar permisos de uso de suelo?

—No, ya no, eso lo ve el gobierno del estado.

—¿No están dejando a un lado al ayuntamiento al quitarle facultades?

—No, a nosotros nos están tomando en cuenta de cierta manera en la cuestión de ver los convenios, o sea, de cómo se van a manejar los convenios y todo ese tipo de cuestiones.

—Pobladores se quejaron de que no fueron invitados al evento, ¿qué opina de eso?

—En meses en ese aspecto tiene que preguntarle a la empresa, yo fui invitado, a mí me invitaron; en ese aspecto, no sé.

—¿No siente que haya habido discriminación al pueblo?

—No sé, a mí me invitaron, pregúntele a la empresa por qué causa no invitaron al pueblo.

El proselitismo
Pero quien si fue invitado fue Pablo Rodríguez Regordosa, exsecretario de Economía de Puebla y ahora precandidato a legislador por el Partido Acción Nacional o la coalición Puebla Unida.

El político se la pasó paseando por toda la zona de la carpa, comportándose como todo un candidato y tomándose decenas de fotografías junto a los automóviles Audi. “Oye, estoy aquí como un invitado”, dijo al ser cuestionada su presencia.

—¿Es válido?

—La empresa Audi me invitó para estar acá.

—¿Pero el venir no puede ser motivo de proselitismo?

—No estoy haciendo ningún tipo de proselitismo, la empresa me invitó y vine de manera gustosa

—Pero se ha visto propaganda suya mencionando a Audi como un logro personal y eso mismo se ha criticado…

—Sí, se trata de una revista electrónica que está difundiendo publicidad de ella, pero le estamos pidiendo a la revista que baje su publicidad.

”Yo no he hecho ninguna propaganda pero pregúntenle a los de esa revista. Nosotros pedimos que bajaran esa publicidad, eso fue una entrevista que me hicieron en el mes de marzo.”

—¿Es lo más fuerte que tiene Pablo Rodríguez para presentarle a la gente, su trabajo en traer a Audi?

—No, no, lo más fuerte que tengo es mi presencia y mi poblanidad y mi compromiso por trabajar con los ciudadanos y fruto de mi esfuerzo está aquí, una acción muy concreta.

El apunte
Con una inversión de mil 300 millones de dólares comenzó oficialmente la construcción de la planta armadora de automóviles Audi, en el municipio de San José Chiapa.

El director general de Audi, Robert Stadler, pronosticó que para 2020 tan sólo en Estados Unidos habrán vendido más de 200 mil automóviles de los que se producirán en Puebla.

El directivo alemán indicó que habrá un parque de proveedores en el centro de San José Chiapa, desde donde van a suministrar incluso a la armados de la Volkswagen.

Además, en su discurso indicó que para el vehículo AQ5 se destinará un volumen de adquisición de 12 mil millones de euros, algo así como 19 mil millones de pesos.

El gobernador Rafael Moreno Vallé Rosas aseguró que la planta generará 13 mil 600 empleos en su primera etapa, de éstos serán tres mil 800 de manera directa y el resto serán indirectos.