La Hora del Planeta arrancó hoy en Sidney, la ciudad natal de la iniciativa, a las 20.30 hora local (09.30 GMT) con un apagón voluntario en los edificios más emblemáticos, como la Casa de la Ópera y el Puente del Puerto.

Rascacielos, edificios públicos, centros comerciales, mercadillos, tiendas, restaurantes, plazas y otros lugares públicos de Sídney participan en esta propuesta del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) que espera atraer este año a más de 7 mil ciudades en 152 países de todo el mundo.

Los implicados no tienen que permanecer en casa a oscuras o a la luz de las velas porque hay organizados conciertos, competiciones deportivas, barbacoas, actividades ecológicas y otros eventos para pasar el rato en compañía.

A su vez, Japón apagó sus luces poco después de Australia. Las iluminaciones de la Torre de Tokio fueron apagadas mientras que se invitaba a los visitantes a pedalear en bicicletas para generar energía iluminando así una obra de arte en forma de huevo.

Por quinto año consecutivo, las grandes ciudades chinas se unieron a la Hora del Planeta apagando las luces de la Gran Muralla, los edificios coloniales del centro de Shanghai y otros monumentos.

También el Estadio del Nido y el Cubo de Agua, en la zona olímpica de Pekín, o el puente sobre el río Yangtsé, en Wuhan (centro del país), se oscurecieron entre las 20.30 y las 21.30 hora local para sorpresa de muchos turistas.

Instituciones oficiales y monumentos emblemáticos de las principales ciudades indias también se sumaron hoy al apagón planetario para concienciar a la población contra el cambio climático, aunque en este país la convocatoria tuvo unos resultados modestos.

Asimismo este sábado quedarán a oscuras el edificio del Kremlin de Moscú, la Torre Eiffel de París, la puerta de Brandeburgo de Berlín, las cataratas del Niágara, las murallas de Dubrovnik (Croacia), la Sirenita de Copenhague, la alhambra de Granada y la Puerta de Alcalá de Madrid, el Empire States de Nueva York y el Palacio de la Moneda de Chile, entre otros.

El lema de 2013 es "Yo lo haré, si tú lo haces", una invitación, de acuerdo con Ridley, a la imaginación y la solidaridad de todas las personas para que hagan lo que puedan, en solitario o en grupo, para garantizar el futuro sostenido de la Tierra.

La Hora del Planeta nació en Sidney en 2007 y entonces contó con la participación de unos 2 mil comercios y 2.2 millones de personas, para alcanzar los 50 millones de participantes en 35 países al año siguiente.

En 2013 se han incorporado nuevos territorios, como Ruanda, Túnez, Palestina, Galápagos, Ruanda o Surinam.