Familiares y amigos sepultaron hoy al salvadoreño Oscar Martínez y a su hija Valeria, de 23 meses, en un cementerio de San Salvador, luego de que murieron ahogados en el río Bravo al intentar cruzar hacia Estados Unidos.
Según la prensa salvadoreña, el sepelio del migrante de 25 años y de su pequeña hija se realizó de manera privada a petición de la familia en el cementerio La Bermeja, ubicado en el sur de la capital de El Salvador.
Unos 50 deudos con flores blancas comenzaron a reunirse en el cementerio desde las 08:30 hora local para la ceremonia de despedida, a la que asistió por lo menos un funcionario del gobierno salvadoreño, de acuerdo con los medios de comunicación.
Oscar y Valeria fallecieron el 23 de junio en un tramo del río Bravo que divide el estado de Tamaulipas con Texas, Estados Unidos, cuando intentaron cruzarlo junto a Vanessa, la esposa y madre, para pedir asilo al gobierno estadounidense.
Autoridades recuperaron sus cuerpos la mañana del 24 de junio en la ribera del lado mexicano, en una dramática escena. Fotografías mostraron que el padre guardó a su bebé debajo de su camiseta para protegerla.
Las imágenes reproducidas por la prensa alrededor del mundo se convirtieron estos días en un punto de referencia del debate migratorio en Estados Unidos, que ha endurecido sus políticas hacia la migración irregular bajo la administración del presidente Donald Trump.
Según relatos de parientes a periodistas, la familia originaria de San Martín, un municipio del departamento de San Salvador, migró desde abril en busca de mejores oportunidades en Estados Unidos y permaneció en México hasta que decidió hacer el intento de cruzar por el río.
Los cuerpos del padre, quien laboraba en un restaurante antes de migrar, y de su hija llegaron el domingo a San Salvador, tras ser transportados vía terrestre desde México.
Con el crecimiento este año del flujo de centroamericanos hacia Estados Unidos aumentaron en los últimos meses los casos de migrantes que buscan cruzar por las aguas del río Bravo, que se caracteriza por tener corrientes traicioneras y profundas.
El pasado 17 de mayo la Patrulla Fronteriza estadounidense emitió una advertencia ante lo que llamó una "tendencia alarmante" de migrantes que se aventuraban a entrar al río con niños pequeños.
Desde la semana pasada, tras acumularse las muertes de los dos salvadoreños y de tres niños y una mujer aparentemente por deshidratación, en otro punto de la frontera, autoridades de México y Estados Unidos incrementaron medidas para disuadir a migrantes de cruzar de manera irregular.
Con información de Xinhua.