Este sábado, Nayib Bukele fue investido para un segundo mandato como presidente de El Salvador en el Palacio Nacional, desafiando la prohibición constitucional de la reelección inmediata.
El acto, que se llevó a cabo sin público pero fue transmitido nacionalmente, contó con la presencia de figuras internacionales, incluidos el rey de España, Felipe VI, y el presidente argentino, Javier Milei.
Bukele, quien celebró su cumpleaños número 43 recientemente, ganó las elecciones del 4 de febrero con un aplastante 85% de los votos, a pesar de las controversias legales y constitucionales que rodearon su candidatura.
Este segundo mandato marca un hito en la historia política salvadoreña, ya que Bukele se convierte en el primer presidente en más de 80 años que logra reelegirse consecutivamente desde la era de la dictadura militar. A pesar de la amplia aceptación popular reflejada en las urnas, varios sectores políticos y sociales han expresado su rechazo a la legitimidad de este mandato, argumentando que contraviene la Carta Magna del país.
Además, la participación en estas elecciones fue respaldada por una resolución controversial de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema, cuyo nombramiento también estuvo plagado de irregularidades. Esta situación pone en relieve las tensiones y desafíos que enfrentará Bukele en su nuevo período al mando de una nación que aún navega las secuelas de su pasado dictatorial y los retos de la democracia moderna.