Luis Miguel Barbosa Huerta rindió este domingo protesta como presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores para el tercer año de ejercicio de la LXII legislatura.
El legislador del Partido de la Revolución Democrática (PRD) estará acompañado por José Rosas Aispuro Torres, del PAN; el priista Arturo Zamora Jiménez, y el perredista Luis Sánchez Jiménez como vicepresidentes.
Mientras que Lilia Merodio Reza y María Lucero Saldaña, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Rosa Adriana Díaz Lizama, de Acción Nacional (PAN) y María Elena Barrera Tapia, del Verde Ecologista de México (PVEM), serán las secretarias de la Mesa Directiva.
Antes, el presidente saliente, Raúl Cervantes, dio a conocer la votación efectuada por cédula de los 128 senadores, la cual por amplia mayoría eligió a los nuevos integrantes del máximo órgano de dirección y conducción del Senado, que estará en funciones para el nuevo periodo.
Con 85 votos a favor, tres en contra de la Presidencia y cuatro en contra de toda la planilla, el pleno avaló la propuesta para que Miguel Barbosa presida la Mesa Directiva durante el tercer año de ejercicio de la LXII Legislatura, del 1 de septiembre de 2014 al 31 de agosto de 2015.
En su discurso, el perredista se pronunció por el fortalecimiento del Poder Legislativo para hacer efectivo el equilibrio de Poderes en beneficio de la democracia y el desarrollo político de la sociedad.
Agradeció la confianza a los coordinadores de la bancadas, el respaldo de sus compañeros del PRD y reconoció el trabajo efectuado durante las presidencias de los senadores Ernesto Cordero Arroyo y Raúl Cervantes Andrade.
En su mensaje, Barbosa Huerta afirmó que se conducirá con estricto apego a la normatividad institucional, porque el presidente representa la unidad del Senado.
“Desde la izquierda, actuaremos con responsabilidad. Las relaciones del Senado de la República con los otros Poderes de la Unión, con los de los estados y del Gobierno del Distrito Federal, con la Cámara de Diputados y las propias de la diplomacia parlamentaria, se realizarán de manera institucional y republicana por esta Presidencia”, aseveró.
Miguel Barbosa enfatizó que otros aspectos distintivos de su presidencia serán la cordialidad política, el respeto a las posiciones de las mayorías y minorías, compromiso con México y cumplimiento de los acuerdos.
“Son las bases del comportamiento institucional que los integrantes de la Mesa Directiva tendremos en este año legislativo”, indicó.
El Congreso de la Unión, aseveró, es la casa de las leyes y para lograr la buena ley, el legislador tiene la alta responsabilidad de garantizar el bien común entre un mar de intereses, visiones y concepciones, en muchas ocasiones contrapuestas.
Como en ningún otro de los Poderes, el Legislativo condensa las demandas y aspiraciones de la gente en su dimensión social, histórica y política.
Indicó que el Congreso de la Unión constituye el lugar privilegiado para el debate y el consenso, porque se expresan los diversos puntos de vista de una sociedad en permanente cambio y las fuerzas políticas aceptan el gran acuerdo que significa la convivencia democrática.
Destacó que el Senado de la República experimentó un avance paulatino en la construcción y aplicación de las mejores prácticas de la actividad política.
Desde 1988, refirió, el avance de la pluralidad, la rendición de cuentas, la existencia de una sociedad más informada y mayores niveles de participación propiciaron que el presidente de la República dejara de ser el principal legislador, para convertirse en una de las partes de un proceso de generación de acuerdos.
“En el Senado se experimentaron transformaciones que la han colocado en un lugar protagónico. No ha sido un proceso sencillo o simple, sino un paulatino avance de construcción y aplicación de las mejores prácticas del trabajo parlamentario”, indicó.
En ese proceso, sostuvo el senador Barbosa, el papel de la izquierda ha sido fundamental para la transformación del país. “Me refiero a los ideales, acciones y pensamientos de mujeres y hombres que lucharon por la igualdad, los derechos y las libertades”.
Miguel Barbosa Huerta destacó que en estos años de pluralidad, la izquierda apostó por la democracia, lo cual abrió la puerta de los cambios políticos que le transformaron el rostro de México.
Apostar por la democracia es fortalecer las instituciones del Estado mediante la crítica constructiva y significa lograr elecciones bajo principios que respeten la voluntad popular expresada en las urnas, lo cual constituye el cambio político más trascendente del país, señaló.
“Desde nuestra visión, el país necesita un Senado y un Congreso fuertes que permitan hacer efectivo el equilibrio de Poderes en beneficio de la democracia y el desarrollo político de la sociedad”, puntualizó.