La organización delictiva conocida como Los Zetas aún cuenta con cinco integrantes considerados por el gobierno mexicano como de “alta peligrosidad” y, si bien no son parte de la organización original, sí se formaron a la sombra de personajes como Osiel Cárdenas Guillén, Arturo Guzmán Decena El Z-1 y fundador de Los Zetas y del ahora fallecido Heriberto Lazcano Lazcano, “El Lazca”.
De los cinco Zetas más buscados por las autoridades mexicanas, dos son considerados los líderes de la organización, se trata de Miguel Angel Treviño, "El Z-40" y de su hermano Omar Treviño Morales, "El Z-42".
A estos dos personajes, desde agosto del 2012, el FBI y la DEA los considera como los dirigentes de la organización delictiva conocida como Los Zetas y por cada uno de ellos se ofrece una recompensa de cinco millones de dólares.
A través del Sistema de Recompensas de la Procuraduría General de la República (PGR) se puede detectar cuáles siguen siendo Los Zetas buscados por las autoridades, ahí cada uno de los delincuentes cuentan con una ficha que detalla sus delitos y muestra al mes dos fotografías de ellos.
Los otros tres Zetas buscados por el gobierno de México son considerados los lugartenientes de la organización y son responsables de masacres, asesinatos, secuestros y ataques con granadas a corporaciones policíacas. Se trata de Sergio Ricardo Basurto Peña, “El Grande”, Maxiley Barahona Nadales, “El Contador”, y Roman Ricardo Palomo Rincones, “El Coyote”.
De estos, Román Ricardo Palomo Rincones, “El Coyote”, es considerado como uno de los más peligrosos y violentos de la organización, y no es para menos, pues la PGR lo identifica como uno de los responsables de dos matanzas registradas en el municipio de San Fernando Tamaulipas, ocurridas en agosto del 2010 y marzo del 2011.
Las averiguaciones previas de la PGR sobre estos dos casos, detallan que “El Coyote” está involucrado en el asesinato de 72 migrantes centroamericanos en agosto del 2010y de otras 145 personas que fueron secuestradas cuando viajaban en autobuses de pasajeros con destino a Matamoros o Ciudad Victoria.
Por Ricardo Palomo Rincones, la PGR ofrece una recompensa de 10 millones de pesos y se le acusa de delincuencia organizada, secuestro y violación a la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos.
En cuanto a Maxiley Barahona Nadales, la PGR lo considera como uno de Los Zetas “altamente peligroso”; en la ficha en la que se colocan sus datos y su descripción delictiva la dependencia señala que este hombre es “actualmente encargado de la plaza de Veracruz, Tabasco y Chiapas; bajo sus ordenes se han realizado diversos homicidios y secuestros, así como la detonación de granadas de fragmentación en las oficinas de la Procuraduría General de Justicia del estado de Chiapas”.
Por él, la PGR también ofrece una recompensa de 10 millones de pesos. Se sabe además que Barahona Nadales se ha dedicado a reclutar sicarios para Miguel Angel Treviño, “El Z-40?.
El otro lugarteniente buscado por las autoridades mexicanas es Sergio Ricardo Basurto Peña, “El Grande”, uno de los principales Zetas encargado de controlar las llamadas narcotiendas en Nuevo Laredo, Tamaulipas.
“El Grande” tiene como encargo tener en orden la plaza y, por tanto, es uno de los responsables de los asesinatos en la región. En los últimos años, este personaje ha tratado de crecer a sus grupos y se sabe que también opera en Tabasco y Veracruz.
De la lista original de 30 Zetas más buscados, que fue dada a conocer en 2004, sólo existe uno prófugo: Rafael Martínez, del cual hay muy pocos datos y no se tiene identificado para cuál organización trabaja.