En una misiva enviada a Intolerancia Diario, el científico insistió en que los detectores moleculares no sirven, a la vez que resaltó es una situación grave en violación de derechos humanos, lo que se debe evitar en Puebla.
El detector molecular GT-200 es utilizado en operativos de seguridad pero no es fiable, de acuerdo con las pruebas realizadas en la Academia Mexicana de Ciencias.
El GT-200 permitiría localizar sustancias ilegales mediante las vibraciones emitidas por las moléculas, de acuerdo con la empresa Global Technical LTD que los fabrica. Su dueño, el empresario inglés Gary Bolton, está acusado de fraude en Gran Bretaña.
Sin embargo, en Puebla el secretario de Seguridad Pública, Ardelio Vargas Fosado, no sólo ha insistido en la adquisición de los aparatos también llamados “La quija del diablo”, sino también los ha probado en eventos masivos como la noche del 15 de septiembre. Y es que el funcionario estatal aseguró que el equipo funciona y él mismo lo ha probado en diversas ocasiones, a pesar de la controversia que existe a nivel nacional de su eficacia y las mismas advertencias de científicos de que son un fraude. Incluso en dos ocasiones, Luis Mochán ha retado a Vargas Fosado a hacer una prueba en conjunto para demostrar que utilizarlos es como “echar un volado”, pero el funcionario no ha aceptado.
El chat
Cabe destacar que Luis Mochán ha sido entrevistado en diversos medios nacionales debido a su experiencia en el tema, por ejemplo en el periódico El Universal realizó un “chat virtual”, donde también de habló del tema de Puebla que Intolerancia Diario ha dado puntual seguimiento.
Aquí parte de la charla cibernética:
Jerónimo Ramos. Cuando se ha cuestionado a los responsables de la compra del GT-200 en el gobierno, como por ejemplo al secretario de Seguridad Pública de Puebla, han respondido desdeñando la opinión de científicos. Dando más peso a su “experiencia” que a la lógica y el conocimiento científico. ¿Qué cree que se necesite para que se le dé el peso que le corresponde a la ciencia para la toma de decisiones en el gobierno?
—Es fundamental construir una cultura científica. La gente debe aprender que el criterio de ‘verdad’ de una idea no es ‘lo que diga la autoridad’ y menos aún lo que digan los medios de comunicación masiva, sino el acuerdo entre dicha idea y el resultado de experimentos bien planteados, controlados y conducidos.
”Es necesario aprender a deshacernos de malas ideas, aún cuando nos gusten y les tengamos cariño.
”El país debe aprender que tiene una comunidad científica no sólo para consumir recursos, sino para que el país mismo se apoye en ella.
”Es notorio, por ejemplo, que en 12 años, la Presidencia de la República ha recurrido a su consejo consultivo en una ocasión, como si no hubiera problemas en el país cuya solución requieren la intervención de la ciencia y la técnica.
”Los científicos tenemos que asumir nuestra responsabilidad en esta situación y no callar cuando vemos un engaño arropado en lenguaje pseudo-científico, como es el caso del fraude del GT-200.
—¿Si se comprueba que este aparato no sirve, es procedente que la Sedena presente demanda a la empresa por fraude?
—Definitivamente sí. Estos equipos se compraron con dinero de todos los mexicanos y la empresa debe respondernos por el fraude cometido.
”El experimento que realizamos el doctor Ramírez y yo forma parte de un dictamen pericial de un juicio que no se ha resuelto. Por eso es que los resultados no habían sido dados a conocer. Espero que ahora que El Universal publicó dicho peritaje se dejen de usar en todo el país (en las fronteras, aeropuertos, retenes, operativos, etcétera.)”
—¿Alguna vez se ha acercado a gente de Global Technical para conocer el supuesto principio de operación del aparato? ¿O realizó su análisis con base en información que encontró en internet?
—El primer análisis que hice estuvo basado en declaraciones oficiales tomadas a los operadores y que forman parte de juicios penales; no está basado en información que encontré en Internet, más bien subí esa información a internet.
”Además, durante la prueba experimental que hicimos al equipo tuve la ocasión de leer de primera mano el manual de operación, pues la juez que lleva el caso ordenó que se nos proporcionara.”
—¿Que probabilidad tiene el detector de ‘dar falsos positivos’ y en qué circunstancias?
—(…) en la prueba controlada que realizamos en la Academia Mexicana de Ciencias, había 1600 pastillas de amfetaminas escondidas en una de ocho cajas.
”El detector apuntó a la caja equivocada en 17 de 20 ocasiones, es decir, su probabilidad de dar falsos positivos fue de 85 por cierto.”
—¿No es un tanto parcial que una persona que no haya tenido nunca acceso al equipo sea quien diseñe el protocolo y de el resultado de la prueba?. ¿No sería caer en un caso similar a lo que hace el fabricante dando el protocolo a seguir?
—La prueba que realizamos fue extremadamente simple: un militar escondió la sustancia a buscar y otro militar la buscó infructuosamente.
”No tuve necesidad alguna de tomar el equipo en mis manos (si lo hubiera hecho, me hubieran acusado de descomponerlo).
”Las cajas donde se escondió la sustancia fueron revisadas por los militares y fueron ellos quienes las colocaron en lugares donde aseguraron que no impedirían hallar la sustancia.”
La carta
“Celebro que la CEDH se sume a la opinión de la CNDH en cuanto al carácter violatorio de los derechos humanos que conlleva el empleo del GT-200 (modelo del detector molecular).
”El argumento es muy interesante: emplearlo sin una orden judicial sería violatorio al derecho a la intimidad si el aparato funcionara.
”Sin embargo, el aparato no funciona y eso lo vuelve más peligroso y violatorio de los derechos humanos en otros sentidos:
”De buena o mala fe, los operadores emplean la rotación de su antena como si fuese evidencia de posesión de sustancias perniciosas, con lo cual justifican cateos sin orden judicial y/o detenciones de ciudadanos inocentes.
”Distraerse en detener inocentes, destrozar sus viviendas y pertenencias en cateos, violar sus derechos humanos, son actos que disminuyen la eficacia de la lucha contra la delincuencia.
”Más aún, este equipo se emplea para detectar explosivos, por lo que sus fallas pueden conducir a consecuencias letales, como lo han demostrado explosiones trágicas en Irak”, termina el correo electrónico el especialista universitario.