Con todo y la promoción, la espectacularidad con la que se anunció el proyecto y las inversiones millonarias del gobierno del estado de Puebla, que superan los 400 millones de pesos en la zona, el Parque Lineal sobrevive en el total abandono. “El boom de la zona fue unos pocos días, ahora solamente genera cierto atractivo la rueda de observación, pero la gente ya casi no viene, porque los costos son elevados y nosotros tenemos que sobrevivir con las pocas personas que llegan, que cada vez son menos”, dijo un empleado de uno de los cafés cercanos a La Noria.
Desde la perspectiva de los trabajadores de comercios y restaurantes cercanos a la zona, solamente la rueda de observación, con sus pocos asistentes, los cafés y los restaurantes mantienen viva la agonizante obra morenovallista, por eso recomendaron que se tomen medidas alternativas para que la zona pueda recuperarse y vaya acompañada del saneamiento del río Atoyac, que debió ser el objetivo fundamental.
El Parque Lineal, en el que se ubica la rueda de observación, se trata del área de camellones que se encuentra en la avenida Orión, que separa a plaza Milenium y la plaza comercial de Angelópolis; específicamente, la noria turística descansa sobre un camellón de dos hectáreas, que se encuentra exactamente enfrente de las oficinas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
En el proyecto original estaba contemplado instalar la rueda de observación, además el andador elevado de un kilómetro y medio, que comunicara el Centro Integrador de Servicios (CIS) con el Parque del Arte y pasara por los camellones de la parte trasera del centro comercial Angelópolis, sin embargo, esa propuesta gubernamental todavía no está concluida.
El plan original era que los ciudadanos caminarán o andarán en bicicleta y no tener que preocuparse por cruzar la avenida, porque irían en un camino especial dentro del viaducto elevado y poder llegar hasta el jardín del Parque del Arte sin problemas, pero para eso todavía falta tiempo y proyección.
Una rueda opaca
La Estrella de Puebla fue inaugurada con espectáculos artísticos después de más de medio año de críticas, cuestionamientos y descontentos de la sociedad, por la ubicación original en el Centro Escolar Niños Héroes de Chapultepec, por la alta inversión, la poca transparencia con la que se ejecutó y las disputas que generaron las primeras dos sedes elegidas para su instalación, en el Paseo Bravo y la zona de viveros del CENHCH.
Y aunque originalmente el costo de ingreso de la atracción colocada en la zona de Angelópolis fue fijado en 30 pesos por persona, por lo que sería necesario que 13.3 millones de usuarios ingresen para que el gobierno poblano pueda recuperar los 400 millones de pesos invertidos, tanto en su compra como en las obras del Parque Lineal, en la actualidad el precio por subir 20 minutos es de 50 pesos por persona.
Según las aproximaciones de las autoridades poblanas, se estimó la llegada de un millón de turistas por año, por lo que será necesario que pasen 13 años para que el recurso invertido sea recuperado y esto en el caso de que la rueda permanezca en la capital del estado todo el tiempo, porque cabe recordar que al ser una propuesta itinerante puede moverse hacia otras regiones de la entidad con menos afluencia social.
Y aunque se anunció como el proyecto único en su tipo en el país y en América Latina, la Estrella de Puebla tiene ahora competencia de una noria gigante que se instaló en el centro comercial de la avenida Vallarta, en Guadalajara, Jalisco, la cual fue costeada íntegramente con recursos privados y está proyectado que los 140 millones de pesos de su inversión sean recuperados en un par de años, a diferencia de la rueda de observación poblana.
Es importante mencionar que desde que en enero del año pasado el mandatario poblano planteó la instalación de una rueda itinerante, varios sectores de la sociedad se escandalizaron con el hecho de que una atracción de 200 millones de pesos fuera colocada en una ciudad con el mayor número de personas que viven en pobreza, según lo muestran los datos del Consejo Nacional para la Evaluación de las Políticas de Desarrollo Social (Coneval).
Pensar en los estratos populares
Para el integrante del Consejo Interdisciplinario de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano, Franciscos Vélez Pliego, el Parque Lineal es un proyecto interesante de cómo se recupera a favor de la ciudad y de los ciudadanos, la rivera del río Atoyac: “Más bien, estaría pensando que ese modelo de aprovechamiento de un espacio que durante mucho tiempo permaneció abandonado, pudiera extenderse a lo largo del tránsito urbano del río Atoyac y lo mismo se debería pensar con el río Alseseca, que atraviesa del lado oriente y de norte a sur la ciudad”.
La iniciativa, dijo el también director del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades (ICSH) de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP), hay que ampliarla hacia otros ámbitos, incluso pasar del residencial medio, que es el ámbito en que hoy se encuentra el Parque Lineal, hacia las zonas residenciales de carácter popular: “Hay que extenderlo, ahí no se está contemplando nada y sería una magnifica posibilidad de ofrecerle a los estratos populares un espacio de esparcimiento, de encuentro distinto al que normalmente están acostumbrados”.
Promueven obras que la ciudad no necesita
Para Vélez Pliego, algunas de las obras promovidas por las administraciones estatal y municipal no son las que la ciudad necesita, tanto por su costo como por sus características y polémica desatada, pero las que no se esperaba que tuvieran mayor éxito del que iban a tener se promovieron a través del sistema mediático y lograron una especie de acción que tenía más que nada el objetivo de hacer de la obra un “sello” de la administración gubernamental: “No la requería la ciudad, que tiene carencias importantes en otros ámbitos, como agua potable, drenaje, alcantarillado, vías de comunicación, como para destinar tantos recursos a esa acciones que no resuelven problemas de fondo”.
Y aunque afirmó que el Parque Lineal y sus diversiones no son precisamente obras para los estratos sociales de mayor recurso, el investigador universitario dijo no es una obra que la población la visualice como la que requiere: “No es parte de su agenda recreativa y cultural”. Por eso consideró que se trata de una obra inconclusa y hay que ampliarla: “Habría que recuperar otros espacios a lo largo del trayecto del Atoyac y del Alseseca, que beneficie a las familias populares”.
Asimismo, reveló que en el caso del río Alseseca hay zonas en las inmediaciones de la hacienda que podrían ser aprovechables con un concepto de esa naturaleza, como “construir un espacio público que sea aprovechado por sectores populares”.
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Al recordar que el Parque Lineal no es suficiente motivo para los ciudadanos, porque en la actualidad prevalecen malos olores, fauna nociva y no hay rescate integral, Vélez Pliego recordó que no estaba dentro del proyecto de desarrollo urbano del gobernador del estado de Puebla y solamente responde al traslado de la rueda de observación al lugar: “Fue una decisión posterior derivada de la instalación de la rueda, eso genera problemas porque no hubo una adecuación del plan estatal de desarrollo. Son los vicios que la propia comisión de planeación, que finalmente se instaló pero nunca más volvió a funcionar, generó al momento de tomar una decisión como esa”.
Proyecto abandonado
“El proyecto del Parque Lineal es en la actualidad un proyecto totalmente abandonado por las autoridades y la rueda de observación está semi-paralizada porque no hay mucha gente, y se supone que el gobernador se comprometió a hacer un parque que conectara con el río Atoyac, pero solamente se construyó una parte, desde el Parque del Arte hacía Angelópolis, que es lo que le interesaba, porque se supone que lo iban a conectar al Centro Integral de Servicios.
Asimismo, la Estrella de Puebla tiene muchos problemas, está vacía, suben pocas personas, se descompone mucho, dicen que por mantenimiento, pero no, parece que no es un proyecto funcional. La estrella de Puebla es muy cara”, señala Francisco Vélez Pliego.
Parque solitario
Para el integrante del Consejo Interdisciplinario de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano, el Parque Lineal tendrá auge siempre que haya otros elementos para acompañarlo: “Debe formar parte del rescate del río Atoyac y no solamente parte de lo que sería los espacios urbanos, sino también del propio cuerpo del río, donde hay un problema de contaminación que no se termina de resolver y esa agenda está muy limitada. No veo que se avance en cuanto al rescate de las aguas del río ni el combate a la contaminación, los dos ríos tienen ese problema”.