Un casco roto, cicatrices en el rostro y perdida de la audición por cohetones, fueron algunas de las pruebas que presentaron policías estatales acompañados del senador Javier Lozano Alarcón ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH)
Lozano Alarcón se convirtió en el defensor de los derechos humanos de los policías estatales lesionados en el enfrentamiento de San Bernardino Chalchihuapan el 9 de julio contra manifestantes. Por lo mismo solicitó audiencia.
Para ello, acudió a las oficinas del organismo, ubicadas en el Distrito Federal, con los policías José Luis González, Juana González y Adriana García Tagle, quienes presentaron quejas y elementos de sus lesiones.
En rueda de prensa, el presidente de la CNDH, Raúl Plascencia Villanueva, resaltó que todos sus argumentos se tomaron en cuenta para que se integren al expediente de la investigación que realizan.
De forma sorpresiva, el senador Lozano Alarcón llegó acompañado de diputados federales afines al gobierno de Puebla, como Néstor Gordillo y Marisa Ortiz Mantilla.
El senador no estuvo presente ni es autoridad que haya tenido competencia en el desalojo violento de manifestantes de Chalchihuapan el pasado 9 de julio, que dejó como saldo decenas de lesionados y la muerte de un niño de 13 años.
Sin embargo, en su cuenta de Twitter señaló que existe evidencia suficiente de la participación en el enfrentamiento del presidente auxiliar de San Bernardino Chalchihuapan, Javier Montes.
Las investigaciones
Al final de la reunión, en rueda de prensa en conjunto entre los legisladores, policías y el presidente de la CNDH, Raúl Plascencia, este último reveló que los policías expresaron cómo se dieron las lesiones, además de identificar a personas involucradas en el enfrentamiento.
Reiteró que el expediente —que lleva más de 12 mil páginas— continúa abierto, por lo que no descarta que aún pueda ser llamado a comparecer el gobernador Rafael Moreno Valle Rosas.
Recordó el ombudsman que estuvo la semana pasada en Chalchihuapan, donde personalmente entrevistó a gente agredida por los elementos policiacos, y ahora escucha la otra versión.
Indicó que cuentan ya con el expediente propiamente integrado con la última información de la Procuraduría de Puebla y la Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSP), además de las diligencias en Chalchihuapan y testimonios, y en la primera semana de septiembre se dará a conocer el resolutivo final.
Adelantó que en el informe preliminar se darán a conocer las trayectorias y qué fue el objeto que causó la muerte del niño José Luis Tehuatlie Tamayo y las lesiones de policías y pobladores, para que posteriormente la autoridad competente busque justicia.
El testimonio policiaco
Los policías que llegaron acompañados de los legisladores poblanos dieron su versión de los hechos al ombudsman.
Por ejemplo, José Luis González llevó incluso el casco roto que utilizó el 9 de julio, y mostró una cicatriz en la frente del lado derecho.
La mujer policía, Juana, mostró cómo una pedrada en la mejilla la lesionó, dejando huella de la curación que le hicieron posteriormente.
Finalmente, la policía Adriana García Tagle llegó con un collarín en el cuello y afirmó que un cohetón le trono cerca de la cara, provocándole la pérdida total de la audición en un oído y disminución en el otro.
Al respecto, al término de la rueda de prensa y ya sin la presencia de Raúl Plascencia, el senador Lozano Alarcón señaló que solicitó la audiencia hace cerca de 10 días, con el propósito de hablar de los derechos humanos de los elementos policiacos.
Acusó que existen elementos gráficos (fotografías) donde se acredita la participación del presidente auxiliar de Javier Montes, lo que ya constituye uno de las supuestas violaciones de derechos humanos, lo que ejerce personalmente.
Dijo finalmente que solicitaron a la CNDH que se llegue a castigar a los responsables de los abusos y delitos en contra de los elementos de la Policía Estatal de Puebla.