San Bernardino Chalchihuapan despertó conmocionado como no lo hacía desde el pasado 9 de julio cuando una protesta ciudadana exigiendo un registro civil fue acallada de manera violenta por la policía estatal causando la muerte de José Luis Alberto Tehuatlie Tamayo.
Los pobladores reunidos en la presidencia auxiliar claman justicia.
Mientras dormían los habitantes de San Bernardino Chalchihupan, la policía estatal en un operativo abrupto, tirando puertas, rompiendo ventanas, y con violencia, irrumpió en San Bernardino Chalchihuapan.
La policía estatal no ingresó por el acceso principal a la junta auxiliar sino por rancherías aledañas y a escondidas.
Los pobladores aguardaban, por la información con la que contaban, que habría detenciones desde el pasado jueves; algunos pobladores vigilaban el acceso a la población.
Pero la policía ingresó por una ruta alterna al poblado y de manera prácticamente simultánea ingresaron a varios domicilios mientras la gente dormía.
La policía quiso aprehender al presidente auxiliar de San Bernardino Chalchihuapan, Javier Montes Bautista, - - irrumpiendo en la casa de su madre y haciendo destrozos sin que pudiera detenerlo debido a que no se encontraba en la población.
Desde las 5 de la mañana la gente indignada se encuentra reunida en la explanada de la presidencia auxiliar de San Bernardino Chalchihuapan.
“El pueblo debe permanecer unido. Lo que quieren es imponernos el miedo. Esto que hicieron lo hizo el demonio”, resalta un poblador que toma el micrófono.
Otra mujer menuda, un poco más alta que Elia Tamayo, y con voz clara exhorta a los habitantes: “No tengan miedo; nos quieren meter miedo. Sabemos que no nada más llegaron a la casa de la gente que se llevaron. También entraron a otras casas. Si ustedes saben si entraron a las casas de sus vecinos. Necesitamos saberlo”.
Los sentimientos de indignación se combinan con los sentimientos religiosos.
A uno de los oradores se le quiebra la voz. El hombre pide a Dios que los ayude para que san Bernardino Chalchihuapan ya no siga siendo castigado.
Los habitantes se reorganizan. A pesar del clima de tensión y de indignación la gente toma fuerzas de nuevo para responderle al gobierno estatal.
Con los primeros rayos del sol – en la misma explanada donde el pasado 20 de julio le celebraron una misa de cuerpo presente al niño José Luis Alberto Tehuatlie Tamayo - los habitantes de San Bernardino Chalchihuapan resisten y se reorganizan documentando el operativo policiaco de la madrugada de viernes para sábado.
El operativo policiaco se realizó a unas horas de que venza el plazo dado por la CNDH para que el gobierno de Puebla cumpla diversas recomendaciones.
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La gente reunida en la plaza escucha con atención a los pobladores que se van cediendo el micrófono contando las detenciones.
En la población se vive un clima de indignación y de tensión.
De manera espontánea, los habitantes toman el micrófono le piden al pueblo que se una para enfrentar las agresiones que sufre.
Poco a poco, los pobladores y sus abogados, se reponen de la irrupción de la policía estatal, reunidos en la presidencia auxiliar de la junta de San Bernardino Chalchihuapan valoran cómo con lujo de violencia a las 4 de la madrugada irrumpió la policía estatal en los domicilios de Raúl Contreras Montes, 35 años de edad; Camilo Tamayo otro detenido en Chalchiuapan; Fausto Montes García, Vicente Ambrosio Juárez Varela de 57 años y Florentino Tamayo Ponce de 57 años y Álvaro García Xelhua.
En el ambiente se combina el desconcierto, con la indignación y la fortaleza para resistir los embates estatales.
Desde la mañana del 9 de julio, san Bernardino Chalchihuapan ha sido otro y le ha cambiado el rostro a la imagen “modernizadora” del estado de Puebla.
A la entrada de la junta auxiliar una manta recuerda al niño Alberto Tehuatlie, en una barda también se pueden leer el epíteto de la indignación: “Moreno Valle asesino”.
El pasado 9 de julio los pobladores de San Bernardino Chalchihuapan hicieron una protesta para exigir que el gobierno de Puebla les devuelva la atribución de contar con un registro civil.
Sin embargo, ante la falta de diálogo por parte del gobierno estatal la protesta de los habitantes, derivó en un enfrentamiento entre pobladores y la policía estatal cuando éstos cargaron en contra de los pobladores disparándoles a quemarropa los proyectiles metálicos de gas lacrimógeno – cuando estos sólo deben dispararse de manera parabólica y para dispersar multitudes por sus efectos irritantes-.
En el enfrentamiento los policías aventaron piedras a los pobladores y arrestaron de manera ilegal a cuatro personas.
Además, el operativo policiaco del 9 de julio la policía disparó un proyectil metálico en contra del niño José Luis Alberto Tehuatlie Tamayo, provocándole la muerte.
Desde un principio el gobierno del estado de Puebla acusó a los pobladores de la muerte del niño y de agresiones a los policías estatales.
Ante la presión internacional y nacional por parte de organizaciones de derechos humanos la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) realizó una investigación generando la recomendación 2vg/2014.
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Desde las redes sociales se puso en alerta sobre la detención.
Con un operativo la madrugada de este sábado la policía detuvo a cinco personas.
A las cuatro de la mañana, reportó la diputada del PRD, Roxana Luna Porquillo ingresó la policía estatal a detener gente.
La diputada del PRD señaló: “Raúl Contreras Montes, 35 años de edad, detenido 4:00 am, irrumpieron policías su domicilio en Chalchiuapan con violencia y se lo llevaron.”
La policía estatal también detuvo a Camilo Tamayo: “Camilo Tamayo otro detenido en Chalchiuapan, además de entrar al domicilio de Javier Montes.”
En la casa de Raúl Contreras, violaron chapas, rompieron vidrios para detenerlo.
Los policías ingresaron a la casa del presidente de la junta auxiliar pateando las puertas y con armas largas, señaló @politiciconsultor desde redes sociales.
“Se llevaron a los que pudieron”, relata una de las mujeres que hace guardia en la presidencia de la junta auxiliar animando a los habitantes a conservar la calma a pesar del operativo policiaco.