Desde el momento en que el gobierno del estado habla de ingobernabilidad en Ajalpan manda un mensaje que acusa una realidad, porque es evidente que no se tuvo la facultad para detener estos lamentables hechos y desde luego hay que reaccionar, aseguró el rector de la UPAEP, Emilio José Baños Ardavín.

El académico reconoció que es evidente que la Secretaría General de Gobierno no mantiene una comunicación directa con los municipios poblanos, “lo que habría que decir es que su intervención fue lenta, demasiado torpe”.

José Baños Ardavín lamentó la descomposición que se evidenció en el tejido social, porque esta situación no tuvo por qué haberse dado si hubiera prevalecido la civilidad y una capacidad de entendimiento de la sociedad, “entonces también ahí se debe trabajar”.

Por eso, reveló que el linchamiento en Ajalpan no es un tema nada más de la autoridad, es importante involucrar a los diferentes sectores de la sociedad poblana.

El rector de esa casa de estudios poblana insistió en que es urgente detener estos problemas de fondo, porque no es Ajalpan la única realidad que tenemos con esos problemas en el estado de Puebla.

Reconoció que la entidad poblana vive, en términos de la inseguridad, uno de sus peores momentos en la historia reciente, “pues yo creo que hay una crisis evidente que hay que atender de fondo”.

Reveló que el punto fundamental es que hay que adoptar una medida integral para abordar este problema desde todos los frentes, porque no es una coyuntura la que está mandando estos movimientos o estas nuevas deliberaciones, “por eso, se tiene que actuar de fondo y tomar medidas de fondo”.

Sobre las medidas viables para frenar los niveles de inseguridad, Baños Ardavín se refirió a la propuesta del Mando Único: “no soy quién para decir si es Mando Único o no, porque todos estos debates tienen sus pros y contras, que está ventilado por los diferentes órdenes y los diferentes foros, pero en todos los casos se necesita profesionalizar la policía, profesionalizar la procuración de justicia, profesionalizar los ministerios públicos y la vinculación entre todos ellos”.

Debe haber una armonización de esas acciones con la federación, aseguró el rector de la UPAEP. “El Mando Único también se tendrá que entender desde otro orden, pero el punto es que se requiere una solución de fondo y qué medidas se van a tomar para fortalecer las instituciones”.

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Sobre la decisión del gobierno poblano de tomar el mando de la seguridad en Ajalpan, Baños Ardavín dijo que lo importante aquí es hacer un diagnóstico y tomar las medidas estratégicas para mejorar la principal demanda de la ciudadanía, combatir la inseguridad; pero tiene que pasar necesariamente por el fortalecimiento de las instituciones.

Por eso, dijo que sea el Mando Único o sean los mandos locales siempre se requerirá una coordinación y trabajar en todos los rubros de la procuración de justicia.

Dijo que el mensaje que manda el gobierno al retirar al municipio del control de la policía es que finalmente se reacciona, “pero el tema que se plantee de fondo es ‘cuál va a ser la solución’. Porque no necesariamente se logrará pacificar por un decreto”.

Tampoco puede aceptarse que se haga por un acuerdo del legislativo, comentó Baños Ardavín, ni por un movimiento momentáneo es que se van a resolver las cosas, “esto es un trabajo de largo plazo, que pasa por el fortalecimiento de la institución y la capacitación de las policías”.

Pero también, dijo, pasa por mejorar las condiciones y mejora de las tecnologías y los sistemas de cooperaron y de vinculación de diferentes fuerzas de seguridad.

Hartazgo social no justifica agresiones

El rector de la UPAEP, Emilio José Baños Ardavín, fue tajante al asegurar que el hartazgo en la sociedad genera la toma de  diferentes presidencias municipales en el estado de Puebla; sin embargo, “eso no justifica este tipo de acciones, en absoluto, porque el tema pasa por los valores que está proponiendo la sociedad”.

Dijo que se debe encontrar cuál es la amalgama para una civilidad, para una convivencia social armónica, “porque no hay problema que se considere ni hartazgo que justifique los hechos que desgraciadamente se dieron en Ajalpan”.