El secretario General de Gobierno, Diódoro Carrasco Altamirano, reconoció que los llamados chupaductos son integrantes del crimen organizado que operan en la franja de Puebla donde cruza uno de los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex), más importantes del país.
En entrevista el encargado de la política de Puebla indicó existen estos grupos ligados al crimen organizado, por lo que  están reforzando las acciones de seguridad.
“Por aquí atraviesa uno de los ductos más importantes de gasolina y gas, es la presencia de grupos criminales organizados, por supuesto, que se les conoce como ‘chupaductos’ y a eso se le llama crimen organizado.”
Afirmó que existe coordinación con la Secretaría de la Defensa Nacional, el CISEN, PGR, Policía Federal y Seguridad Física de Pemex para evitar que sigan operando dichos grupos delictivos.
Reconoció que el robo de combustible es uno de los fenómenos más delicados que se tienen en Puebla por la ubicación geográfica.
Señaló que el gobierno estatal, contribuye a inhibir este delito de carácter federal con ayuda de la Policía Estatal Preventiva, así como con la Fiscalía General del Estado integrando todas las averiguaciones previas.
Según Pemex, hasta el primer semestre de 2015, las localidades con más perforaciones a la red de sus ductos son Quecholac con 77, seguido por Tepeaca con 69 y Acatzingo con 54.
Al mes de noviembre de 2015, Pemex detectó 749 tomas clandestinas, lo que supera hasta en un 122 por ciento de las halladas en 2014, cuando se descubrieron 412.
Según datos de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Puebla (SSP), hasta enero del 2016 se han asegurado más de 670 mil litros de combustibles de procedencia dudosa.
Según cifras de la paraestatal, tan solo en noviembre se contabilizaron 78 nuevas tomas clandestinas.
Estos números mantienen a Puebla como el tercer estado del país con más detección de tomas clandestinas a ductos de Pemex, abajo de Guanajuato donde se ha contabilizado 858 y Tamaulipas con 839.
En estos tres municipios figuraron también en 2014 por el hallazgo de tomas clandestinas, aunque en diferente orden, pues el año pasado fue Tepeaca el que encabezó la lista con 49 casos y le siguieron en segundo lugar Acatzingo y Quecholac, con 34 hallazgos cada uno.
En distintos operativos se han asegurado a por lo menos 83 personas y 256 vehículos.
Además, se estima que cinco personas más han muerto y se sospecha de un enfrentamiento violento el pasado mes de agosto entre dos bandas dedicadas a este ilícito.
Las aprehensiones más destacadas fueron las del director de la Policía Estatal y del ex líder del Grupo de Operaciones Especiales (GOES), Marco Antonio Estrada López y Tomás Mendoza Lozano.
El pasado 10 de diciembre de 2015 tres personas murieron, supuestamente intoxicadas por inhalar el material mientras resguardaban una bodega clandestina en Palmar de Bravo.
Según información de la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros (Amegas), el destino del combustible robado es principalmente, la venta irregular en gasolineras y mercado informal.
De acuerdo con auditorías practicadas por la Administración General de Auditoría Fiscal Federal (AGAFF), entre 2011 y 2014 al 15 por ciento de las más de 11 mil gasolineras del país, varias de ellas han reportado diferencias de facturación con respecto a la comercialización real de producto.
Se detectó que gasolineras facturan de más para aumentar sus deducciones y evadir parcialmente impuestos o para maquillar la venta de combustible robado.
Amegas considera que la venta de combustible robado es atribuible a gasolineras irregulares que no reportan a Pemex sus niveles volumétricos.