“El huachicol es el nuevo oro negro del diablo”, así concluye la editorial que publicó este domingo el semanario Desde la fe. El mensaje de la Arquidiócesis primada de México subraya la colusión de las autoridades en la ordeña de ductos, así como en la impunidad con la cual operan los delincuentes y la descomposición social que se está generando.

Un problema que nos empobrece y descompone aún más nuestra realidad y tejido social. Algunos podrán tener enormes beneficios financieros, pero los efectos son perversos y destructores”, señala.

El semanario religioso destaca que los delincuentes miran a niños, mujeres, adolescentes y ancianos como “mercancía de muerte”, “carne de cañón”, situación que, a decir de la Arquidiócesis primada de México, genera un gran dolor.

Los delincuentes, en la impunidad de su poder, utilizan la pobreza y necesidad de poblaciones marginadas y olvidadas que han abandonado sus actividades tradicionales y de cultivo por un negocio más lucrativo para sostener su economía y familias”, reza la editorial Huachicol, oro negro del diablo.

La Arquidiócesis encabezada por el cardenal Norberto Rivera pone énfasis en las redes de complicidad que se tejen entre los elementos del crimen organizado y las autoridades, así como en la asesoría técnica que personal de Petróleos Mexicanos brinda a los llamados huachicoleros “para realizar las operaciones clandestinas, minimizando así los riesgos por la extracción y para la obtención de lucrativas ganancias”.

Un brazo más de esta cadena de confabulaciones son los “comerciantes y empresarios beneficiados al pagar por huachicol cubierto de corrupción”, quienes gozan de un energético barato por lo cual generan un mercado dispuesto a seguir pagando.                 

Seguridad del país, en riesgo

El problema del huachicol y los efectos secundarios que ya se resienten en Puebla es un claro ejemplo de la inseguridad que este delito ocasiona, aunque el riesgo es mayor al considerar que en el país esta actividad no está contenida en una sola región de México. En 5 años, la ordeña tuvo un repunte de 400 por ciento, por lo cual hoy “es uno de los principales desafíos al poder del Estado y al sistema de justicia”.

La extracción de combustibles amenaza la seguridad de México y revela lo que no parece dar tregua: corrupción e impunidad”, destaca.

Entre las entidades con mayor robo de hidrocarburos –Veracruz, Tamaulipas, Nuevo León, México, Guanajuato, Jalisco y Sinaloa- destaca Puebla por la escalada de violencia y los constantes enfrentamientos entre elementos de las Fuerzas Armadas y presuntos huachicoleros.

Una cuarta parte de los ayuntamientos de Puebla -32 de 127-, presenta problemas relacionados con la ordeña de ductos. Petróleos Mexicanos (Pemex) señaló que en 2016 se localizaron 1 mil 533 tomas clandestinas, un año antes, en 2015, se detectaron 309 tomas ilegales. El crecimiento fue de casi 500 por ciento tan solo en 12 meses.

Los efectos son evidentes. Las pérdidas reportadas por Pemex durante los primero años de la presente administración ascenderían a más de 97 mil millones de pesos, y este es un hueco que será difícil reponer en el futuro mientras crezca esta actividad ilícita como rama del crimen organizado, de los diversos carteles de la droga y de nuevos grupos criminales independientes, que han encontrado una fuente de riqueza que parece imparable y de difícil solución”, apunta el texto.

Estados con más ordeñas

Números

32 de 127 ayuntamientos en Puebla involucrados

Mil 533 tomas clandestinas en 2016

496 % creció el delito entre 2015 y 2016

97 mil millones de pesos ya perdió Pemex