Los familiares de fallecidos, producto del coronavirus, no deben "tocar y besar el cuerpo", pero además las funerarias deben evitar el servicio de alimentos, como el tradicional café, esto para evitar la propagación del virus.
"Evitar, en la medida de lo posible el servicio de alimentos que puedan manipular y servir directamente los usuarios o clientes", se cita en el acuerdo de lineamientos respecto al manejo de los cadáveres y los servicios que ofrecen las funerarias que emitió la Secretaría de Salud.
El documento consultado por Intolerancia Diario y que se ubica en el portal de transparencia del Gobierno del Estado, también refiere que la sala de velatorio debe estar solo al 25 por ciento de su capacidad, pero además se debe asegurar la sana distancia para quienes acudan a estos eventos.
En tanto que las salas y todo tipo de instrumentos ocupados por las funerarias deben quedas estricamente desinfectados, incluso las carrozas que son ocupadas para el traslado de los cadáveres.
En las medidas que emitió la Seretaría de Salud se establece que se pueden inhumar o cremar los cadáveres doce horas después de que es entregado el cuerpo por personal médico, pero los familiares no deben tener ningún contacto con sus seres queridos, esto además de la protección estricta para el personal de las funerarias responsables de preparar los cuerpos.
"Se deberán aplicar principios de sensibilidad cultural. Si la familia del paciente desea ver el cuerpo después de su extracción de la sala de aislamiento o área relacionada, se le puede permitir hacerlo con las precauciones higiénicas estándar, con instrucciones claras de no tocar ni besar el cuerpo", se cita.
Personal de las funerarias debe ser avisado del riesgo biológico
En Puebla, suman, hasta este jueves 44 personas fallecidas, quienes padecieron coronavirus, cuya enfermedad se les complicó por tener otros padecimientos; de acuerdo con las medidas sanitarias, las funerarias deben ser avisados sobre el riesgo biológico, para con ello dar paso a la contratación de los servicios.
En este sentido, las funerarias deben garantizar que "el personal mortuorio y el equipo funerario apliquen precauciones estándares en todo momento (es decir, realizar la higiene de las manos, la limpieza ambiental) con delantal de manga larga, guantes y protección facial si existe el riesgo de salpicaduras de líquidos corporales del paciente o secreciones en el cuerpo o la cara del miembro del personal", se cita
Para la preparación de los cuerpos todo el personal debe respetar los requisitos de los Elementos de Proteccion Personal (EPP), como una medida de preventiva y evitar el contagio de este virus con trabajadores de las funerarias.
Respecto al embalsamado
Las medidas de bioseguridad deben fortalecerse, esto significa que el personal debe usar en todo momento cubre bocas, protección ocular, guantes, y además análogos, para el embalsamado, lo que aplica también para el personal de limpieza.
"Para asegurar un sistema seguro de trabajo se deben seguir los protocolos de descontaminación, mantenimiento y eliminación de residuos establecidos normalmente, tomando en cuenta que los agentes causales pueden estar presentes en las superficies o suspendidos en el aire. Los procesos de limpieza y desinfección deben ser metódicos, programados y continuos", se refiere en el acuerdo.
Evitar concentración en funerales
A pesar de las tradiciones, para evitar la propagación del virus se deben evitar altas concentraciones de personas en las ceremonias luctuosas, incluidas las etapas de velación, el sepelio y la celebración de misa de cuerpo presente.
"Las ceremonias deben ser sencillas, privadas y breves. Efectuar el traslado del cadáver en un féretro cerrado, dentro del cual se colocará el cuerpo conservado al interior de bolsa de plástico con cierre", se señala.
Todas las funerarias deben apegarse a este acuerdo, con el objetivo de no poner en riesgo al personal que labora en estos lugares y con el objetivo de no poner en riesgo a más personas.