Un exquisito platillo como el mole de caderas fue el pretexto ideal para que la crema y nata de la política en Puebla se reuniera a compartir el pan y la sal en el municipio de Tehuacan, donde además no sólo se deleitaron de bailes regionales, sino también fueron participes.

Al estilo de la tradicional danza con el chivo, la reunión fue como un baile de unidad, donde se vieron políticos de distintos partidos y corrientes, pero ahora todos bajo un mismo color, el de un collar de flor de cempasúchil.

De este modo, como no ocurría hace muchos años, arrancó oficialmente la temporada de mole de caderas en Tehuacán con el Festival que estuvo engalanado por danzas de la región, color, olor, pero sobre todo sabor.

El gobernador Miguel Barbosa, al ser oriundo de la zona, fungió como un buen y orgulloso anfitrión en la Hacienda La Carlota, en plena carretera al municipio de Ajalpan, enclavado en la Sierra Negra de Puebla.

Nadie de los que tenían que ir faltó. Al lugar llegaron, por ejemplo, desde el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Héctor Sánchez Sánchez, hasta el líder del Congreso, Sergio Salomón, así como la rectora de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), Lilia Cedillo Ramirez.

También estuvieron presentes distintos presidentes municipales, pero el que más destacó fue el de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, además del anfitrión de Tehuacán, Pedro Tepole.

Todos sentados en una enorme mesa, en una especie de mensaje de unidad en torno o elaborado por el mismo mandatario estatal.

Además llegaron ediles la región y de lugares tan alejados como Zacatlán o Chignahuapan, Carlos Peredo y Lorenzo Rivera Nava, respectivamente. Nadie se quiso perder el convite.

Los bailes

En el evento luego de pasar al menos cuatro grupos de danzantes de los distintos municipios regionales, tocó el turno al invitado de honor: el chivo.

Y no perdieron oportunidad de bailar con el animal, el líder del Congreso del estado, Sergio Salomón Cespedes Peregrina y el presidente municipal de Tehuacán, Pedro Tepole.

El diputado puso todo su empeño al tomar de las patas al chivo, al igual que el alcalde tehuacanero, ambos además de lograr un buen ritmo, sacaron los aplausos de la concurrencia.

En tanto, Eduardo Rivera Pérez, sentado en la tribuna principal junto a su esposa Liliana Ortiz, evitó la mirada de la danzante que buscaba pareja para el animal, en un acto de prudencia tal vez al reconocer que aún no son los tiempos de baile, ni era su fiesta.

En tanto, el gobernador Miguel Barbosa, se deleitó siempre con una sonrisa, como disfrutando el momento, la fiesta, el mole de caderas, pero sobre todo el haber tejido fino para tener a todos sentados en un mismo sitio.

Incluso el mandatario pidió cuidar la tradición del platillo, al reconocer que los condimentos son mixtecos y se guisó por primera vez en Tehuacán, por lo que es un origen que se debe defender.

Incluso señaló que no es posible que en Puebla capital se sirvan más platos de mole de caderas que en el municipio que lo vio nacer, aunque en este es donde realmente ofrece carne de chivo cebado y no solo borrego, por lo que invitó a visitar la zona de Tehuacán para degustarlo.

El alcalde Pedro Tepole, antes de bailar con el chivo, dijo que trabajarán de la mano con el gobierno estatal de Puebla, como retrocediendo en el tiempo apenas de hace unos días, cuando la relación del pasado ayuntamiento fue nula.

Ahora la primera coordinación entre ambos niveles de gobierno, será la de buscar la denominación de origen del platillo, al estar convencidos del aporte cultural que tiene para los poblanos el mole de caderas, el que ahora sirvió además para unir a la clase política poblana.