En su visita a Puebla, Rosario Robles Berlanga, considerada una de las presas políticas del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, advirtió que ella no piensa en la venganza después de la persecución, pero sabe que “El Señor de los Justos” será el que al final le cobre las cuentas.

La ex titular de la SEDATU participó en el Foro “Queremos un México sin Miedo”, donde estuvo presente el candidato a la presidencia municipal, Mario Riestra Piña; Karina Romero Alcalá, candidata a diputada local por el distrito 20; así como los candidatos a diputados federales Carolina Beauregard y José Juan Espinosa Torres.

Ante las asistentes reunidas en un salón social de la colonia Guadalupe Hidalgo, aseguró que durante los años que pasó en prisión se mantuvo firme y sin doblarse pese a la persecución que vivió su familia. de igual manera señaló que no le pudieron comprobar un solo delito y seguirá alzando la voz.

Robles Berlanga insistió en que ella no piensa en venganza, pero tanto Andrés Manuel como quienes participaron en la persecución en su contra serán juzgados por “El Señor de los Justos” y de él no se escapan.

Dijo que en prisión encontró una oportunidad de lucha por la justicia, ya que hay mujeres que, como ella, fueron indebidamente privadas de la libertad y se les negó la defensa.

Advirtió que la propuesta de AMLO para limitar el amparo va en contra de los derechos ciudadanos, y precisó que, de no haber existido esta figura, ella seguiría en prisión, ya que fue gracias a los amparos ganados que obtuvo su libertad.

Señaló que el 2 de junio los ciudadanos no se pueden equivocar y deben votar a favor de sus derechos, reiterando que la figura del Amparo está en riesgo de continuar el mismo gobierno.

Por la seguridad

La candidata a diputada local por el distrito 20, Karina Romero Alcalá, manifestó que a las mujeres no se les puede abandonar y desde el Congreso trabajará para mejorar las condiciones de vida.

Señaló que una de sus propuestas será el crear la Ley de Presupuesto Participativo, a fin de que los recursos sean destinados para atender las necesidades de la sociedad, y no obras suntuosas.