“Cría cuervos y te sacarán los ojos”, es lo que debe estar pensando uno que otro, nada más de ver que a veces el alumno supera al maestro.
Enrique Nácer Hernández, diputado que pertenecía al Partido del Trabajo y luego se convirtió en panista, pero con hueso colorado —por aquello de sus verdaderas raíces— nada más anda viendo dónde se ubica la caja registradora para ser el cajero.
Su llegada al Congreso local fue desde el principio atropellada. Hay que recordar que se le intentó impedir que fuera diputado. Fue imposible, pese a la solicitud de revisión de casillas del Distrito 12, Nácer Hernández se sentaría en una curul en su calidad de “gran perdedor” pues quienes lo querían eliminar no se apegaron a lo que establece el Código de Procedimientos Electorales.
No le interesó presidir una comisión. Intentó desde un principio convertirse en presidente del Comité de Administración y Recursos Materiales “pues ahí es donde circula el cash”, dijo a sus más íntimos allegados.
Para su mala fortuna el puesto ya tenía nombre, José Juan Espinosa, quien en la coalición Compromiso por Puebla fue de los “4 Fantásticos”, los más cercanos en su momento al gobernador, Rafael Moreno Valle.
Le llevaba ventaja.
Hizo berrinche.
Se le trabó la quijada.
Le expuso a los “jefes” sus cualidades administrativas, pero no le ayudo mucho y sólo logró convertirse en el secretario del Comité. Suficiente. Como buen lobo de mar se hizo de complicidades a espaldas del “Niño Naranja”. Conoce perfectamente las maniobras para operar y no dudó en sus instintos.
Su pasado lo persigue
En 2009, Enrique Nácer era director de Egresos de la Tesorería municipal en la administración de Blanca Alcalá, sin embargo fue sujeto a una investigación por un faltante de más de 6 millones de pesos.
Pero su mala fama no inició ahí.
En el año de 2004, formaba parte de la delegación regional Puebla-Tlaxcala del IMSS, pero fue inhabilitado por desfalco presupuestal por la Secretaría de la Función Pública.
Cabe destacar, digo, como dato cultural, que hace unos días, El Sol de Puebla publicó una nota en la que nuestro personaje fue acusado por los presidentes municipales que conforman su distrito por presuntamente intervenir en los asuntos de los ayuntamientos, obligar a los alcaldes a firmar contratos de obra pública a beneficio de su empresa constructora y —por si fuera poco— por intento de manipulación a los presidentes auxiliares.
¿Su especialidad?, las licitaciones
Para nadie es un secreto que las licitaciones en los gobiernos de este país pueden ser los grandes negocios de quienes buscan hacerse de capital de manera rápida y sin esfuerzo; el Congreso local no tendría por qué ser la excepción.
Y es que sin medir las consecuencias, Nácer Hernández renovó un contrato por más de 6 millones de pesos con la empresa Alestra, encargada desde hace dos legislaturas de los servicios de telefonía e internet en el Poder Legislativo sin antes cotizar con otras compañías como lo establece la misma ley. Servicio que por cierto fue duramente criticado por los exdiputados por la lentitud de la red y la incapacidad de solución de problemas técnicos de manera inmediata por parte de la compañía.
Los dimes y diretes fueron muchos. Las justificaciones un poco más. Unos contra otros. Lo peor es que mientras los legisladores se pelean, la empresa Alestra realiza los trabajos de remodelación de cableado en las instalaciones del recinto legislativo sin contrato, pero con la palabra de Nácer que serán proveedores durante los tres años.
Es evidente que a esta legislatura le gusta ventilar no sólo sus diferencias y deficiencias políticas si no también las personales.
¿El diputado pintado de azul sabrá que el gobernador es íntimo amigo del los Slim?
¡Extra! , ¡extra!
“México ha dejado de ser un país pobre”… Ernesto Cordero, secretario de Hacienda y Crédito Público (que alguien hable con él, ¿no?).
Cría cuervos y te sacarán los ojos
PUBLICIDAD