A nadie le queda la menor duda de que el 2012 y sus efectos ya se comenzaron a presentar en el país, y Puebla no es la excepción.
Puebla es una de las cinco entidades que inclinan la balanza en materia electoral, y es fundamental para cualquiera que aspire a gobernar este país.
En el 2006 quedó demostrado de manera clara que Puebla era vista como una entidad clave para el PRI, y cómo era necesario someter al gobernador de ese entonces —el priista Mario Marín Torres— para atarlo de manos y que no interviniera a favor de su partido.
El escándalo político de la detención de la periodista Lydia Cacho fue el pretexto perfecto para nulificar a un gobernador, que había llegado hasta ese momento con el mayor de los apoyos populares. Más de 900 mil votos respaldaban a Marín, a quien incluso se comenzaba a ver como un futuro aspirante a la presidencia de la República. El bono democrático del exgobernador era altísimo, y la oposición no se veía por ningún lado.
Bastó un solo bombazo para borrar de golpe y porrazo todos esos sueños y sumir a Marín en una situación desesperada, por lo que se vio obligado a negociar con monseñor Abascal (qepd), con Manuel Espino Barrientos —en ese entonces dirigente nacional del PAN— y con la maestra Elba Esther Gordillo la sumisión al proyecto del presidente Fox, que no era otro que impedir a toda costa que Andrés Manuel López Obrador pudiera llegar a Los Pinos.
Los resultados de la alianza estuvieron a la vista. Marín sacó las manos del proceso, como lo hizo después en la pasada elección del 2010 y dejó solos a los candidatos del PRI, especialmente a Roberto Madrazo. A duras penas ganaron en Huauchinango, Alberto Amador Leal, en Izúcar Jorge Estefan, en Zacapoaxtla Wenceslao Herrera Coyac y en Ajalpan el ya fallecido Mario Mendoza (qepd).
En el 2012 las cosas no pueden ser diferentes y los síntomas de la descomposición ya son latentes.
La gran fortaleza del gobernador Moreno Valle, paradójicamente hoy se puede convertir en una de sus debilidades, aunque por supuesto nadie puede desdeñar la enorme capacidad de política del mandatario y de rehacerse incluso aun en los escenarios más difíciles.
La situación no es fácil para el gobernador de Puebla. Convergencia, uno de sus aliados, ya marcó su distancia. No es José Juan Espinosa el rival, sino Andrés Manuel López Obrador, quien ya se apropió de ese instituto político a través de Luis Walton y de Dante Delgado. La mano del tabasqueño ya se ve en Puebla.
El PRD, su otrora aliado, no tarda en darle la espalda. Luis Miguel Barbosa, su enlace con el grupo de “Los Chuchos” de la Nueva Izquierda, corriente del partido del Sol Azteca, ha confesado en corto que la ruptura con el gobernador de Puebla es inminente, ya que difícilmente Marcelo Ebrard se hará de la candidatura a la presidencia de las izquierdas, sin que esto signifique una ruptura con “El Peje”.
El panismo, digan lo que digan los corifeos del gobernador, ya ve con desconfianza al mandatario, pese a que éste se apresuró a apoyar al candidato del presidente Calderón, Ernesto Cordero, el cual es la única esperanza para el mandatario, aunque no se ve que repunte y en contraparte se ve cada vez más fuerte a Josefina Vázquez Mota.
Pero lo peor para el gobernador es la posición que ha asumido el presidente Calderón con su queridísima amiga, la maestra Elba Esther Gordillo, la cual por primera vez en los últimos 25 años atraviesa por momentos “difíciles” en su relación con el poder. ¿De qué lado se pondrá el gobernador cuando llegue el tiempo de las definiciones? ¿De Elba Esther? ¿De Felipe Calderón?

Lista la primera terna
Ayer llegó al Congreso del estado la primera terna de aspirantes a magistrados.
Los tres que aspiran a llegar a ocupar un lugar en el Tribunal Superior de Justicia son: José Ramón Morales, Joel Daniel Baltasar Cruz y César Bermúdez.
Dicen que “el bueno” es el actual juez penal de Teziutlán y exdirector del Centro de Readaptación Social de Puebla, Joel Baltasar Cruz, quien cuenta con el padrinazgo de Carlos Alberto Julián y Nácer y con la santa bendición de Casa Puebla.

Delegaciones poblanas
Ayer, dos delegaciones poblanas se trasladaron a diferentes puntos del país.
Algunos diputados y exlegisladores locales del PRI, encabezados por Javier López Zavala, estuvieron en Toluca en un desayuno con Enrique Peña Nieto, al cual también acudieron otros personajes de la entidad, pero por su lado.
Por la tarde, en una comida con el presidente de la República, estuvieron los diputados locales del PAN, encabezados por Mario Riestra Piña.
Los panistas compartieron la mesa con el secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón. El 2012 está a la vuelta de la esquina.