Rafael Moreno Valle al parecer es un hombre que vive con mucha prisa, su hiperactividad y sus propios actos así lo dejan ver.
Es cierto que el gobernador de Puebla tiene que acelerar el paso porque la coyuntura electoral del 2012 está a la vuelta de la esquina y se le puede descomponer mucho el panorama, sobre todo si regresa el PRI a Los Pinos, partido político que abandonó en el 2006 para asumir la posición número uno dentro de la lista de aspirantes de Acción Nacional al Senado de la República.
Tal vez por eso la premura con la que busca que la próxima semana sea aprobada la iniciativa de ley electoral que envió al Congreso hace unos días. Hoy, pese a que el CEN del PRI se opone a la figura del “minigobernador”, es un hecho que el mandatario poblano aseguró los 28 votos que necesita para aprobar con el consenso de las dos terceras partes de la legislatura su iniciativa. El siempre bien informado periodista Fernando Alberto Crisanto lo adelantó ayer en su columna.
Por qué se doblegaron algunos priistas. La respuesta es fácil, por los amplios expedientes que se tienen de muchos de ellos y las cuentas públicas del 2010, que aun están en poder del Órgano de Fiscalización Superior. Nada más.
De nada valieron las presiones desde México, ni necesidad hubo de negociar con Peña Nieto, aunque si hay interlocutores; bastó poner en la mesa una serie de expedientes para que la bancada priista cediera. Es un hecho que habrá “minigobernador” en Puebla y solo resta ver si los priistas pudieron ganar algo en el tema de la redistritación.
Se estima que solo algunos diputados del tricolor vayan en contra de la iniciativa, al igual que el PT y Convergencia. Un dato adicional es que la votación se hará en forma secreta, según lo que se ha acordado con las diferentes fracciones parlamentarias.
También es un hecho que el PT y Convergencia promoverán un recurso en contra de las reformas constitucionales realizadas por la LVIII Legislatura. El asunto está resuelto a favor de Moreno Valle.
Un mail
“Me permito escribirle, para ponerlo al tanto de las circunstancias que vivimos en la Orquesta Sinfónica del Estado de Puebla, que depende del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes. Consejo que en la realidad no existe, pues siguen operando con la estructura que tenía la Secretaría de Cultura y quienes necesitamos de la atención del Consejo de Cultura no tenemos la misma, pues sólo hay encargados de áreas, que no pueden tomar decisiones sin consultarlo antes, no operan de manera regular. Esto, a pesar de que ya tiene más de cuatro meses la presente administración.
”En particular me interesa exponerle el asunto de la Orquesta Sinfónica del Estado de Puebla, ya que queda en evidencia una vez más que el hecho de haber nombrado titulares de dependencias que no son de Puebla, sólo genera que se cometan cada vez más errores. En el caso del Consejo Estatal de Cultura, el licenciado Saúl Juárez Vega viene de México, y desconoce la situación de Puebla. Lo que ha generado que se tomen decisiones que afectan a quienes contribuimos a la cultura del estado.
”Recientemente se realizaron las audiciones para integrar a la Orquesta Sinfónica, en éstas pudimos ver la presencia de destacados personajes de la música en el país como Jesús Medina, Román Revueltas, Sergio Ramírez Cárdenas, Fernando Lozano y Sergio Berliós, pero la sorpresa de quienes audicionamos fue ver al nefasto Alfredo Ibarra García. Este señor fue director artístico de la orquesta en los últimos tres años, y lo único que hizo fue afectar a la orquesta con sus actitudes e irresponsabilidades, pues sólo generó que el nivel artístico de la orquesta se viniera abajo, provocando además conflictos entre quienes formamos parte de la orquesta. Ahora resulta que este señor es el coordinador artístico de la Orquesta de Puebla, y pretende ser el director titular, con el beneplácito del secretario ejecutivo de Cultura, Saúl Juárez, quien por lo que se ve no conoce todo lo que padecimos los músicos en los último años, o simplemente esto no le importa.
”Los resultados de las audiciones sólo reflejan que Alfredo Ibarra integró una orquesta cómoda para él, con músicos que no han estado en la orquesta, pero que han trabajado con él en proyectos personales y ahora pretenden apoderarse de la orquesta. De los 72 músicos que integramos a la orquesta de 2008 a 2010 sólo quedamos 26, y todos con puestos inferiores a los que desempeñamos anteriormente, a pesar de que nuestro nivel artístico es mayor al de los que Ibarra dejó en los puestos principales. Todo con el beneplácito de Helio Huesca, director de Música y José Alberto Villegas, coordinador general de la Orquesta.
”Amparados en que la calidad artística y moral de los sinodales es irrefutable, Ibarra se las arregló para dejar en la orquesta a quien le conviene. A continuación le cito algunas de las cosas que padecimos con este sujeto y que las actuales autoridades de cultura están pasando por alto dejándolo al frente de la orquesta:
”Alfredo Ibarra se presentaba a trabajar con aliento alcohólico, siempre llegaba tarde a los ensayos y hasta en los conciertos, pues en varias ocasiones tuvimos que empezar los conciertos hasta con casi media hora de retraso. Los ensayos los hacía en dos horas o menos, pues le importó más sus compromisos personales dejando a la orquesta sin cumplir con el tiempo completo de ensayo, mismo que era de tres horas, de miércoles a sábado. En repetidas ocasiones mandó a un director suplente y nos dejaba plantados en los ensayos, todo esto repercutió en el nivel artístico de la orquesta. Además, de que en las temporadas de conciertos Ibarra dirigió pocos conciertos, y designaba directores huéspedes amigos de él, para dirigir el resto de la temporada, algunos de éstos directores, bastante deficientes en dirección orquestal.”
La prisa del gobernador
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