El diputado local Edgar Salomón Escorza se ganó a pulso el título de “hazmerreír” del Congreso local. Su afán protagónico lo ha llevado a ir de escándalo en escándalo.
Algunos con justa razón, y otros también.
Ahora, con el pretexto de fomentar el deporte y convivencia familiar, patrocina y actúa clases gratuitas de zumba en la unidad deportiva Ángeles Blancos de San Martín Texmelucan.
No dudamos de su interés por impulsar la activación física, pero disfrazarse de tal forma atenta contra cualquier protocolo de comportamiento legislativo.
Y si no me cree, vea el video en la siguiente liga y juzgue usted: http://www.youtube.com/watch?v=xeQ69tPofDQ
El diputado Escorza, no conforme con hacer el ridículo se atrevió a publicarlo en su cuenta de Twitter, como si esos pasitos lo hicieran mejor diputado.
¿Y para eso les pagamos?

Los estertores del voz-cero
El voz-cero del Poder Ejecutivo del estado empieza a dar señales de agotamiento. Cada vez sus precisiones —léase cartas aclaratorias— carecen de argumentos sólidos y recurre a los comentarios sin mayor trascendencia.
Para muestra un botón.

Sin duda, el voz-cero abusa el derecho réplica que otorga la Constitución, con el único afán de contestar por contestar todo aquello que a su juicio dañe la imagen de sus jefes. Finalmente, para eso le pagan.