Sandra Montalvo está empeñada en captar los reflectores a como dé lugar. En ese afán protagónico, la regidora priista se dio a la tarea de “golpear” cada movimiento que realiza el alcalde Eduardo Rivera.
Para lograr su encomienda, Montalvo sigue cada movimiento del funcionario en cuestión.
Ayer la priista se rasgó las vestiduras y acusó a Rivera de utilizar la estructura del ayuntamiento y desviar recursos del erario para el encuentro que sostuvo con Juan Manuel Oliva, secretario adjunto del CEN panista. Incluso, señaló a Eduardo Rivera de estar más preocupado por las elecciones del próximo año que por los problemas de la ciudad. Además, amenazó con presentar una denuncia contra el alcalde ante el Instituto Federal Electoral.
Pero bien valdría la pena refrescarle la memoria a está regidora kamikaze.
Recordemos.
Corrían los primeros días de enero de 2008, Enrique Doger preparaba las maletas, su trienio agonizaba.  La ahora regidora fungió en aquellos años como secretaria general ejecutiva del PRI municipal; acudió al palacio municipal junto con Humberto Vázquez Arroyo para agradecer a Doger el apoyo que recibió durante la campaña y de paso destaparlo para la sucesión de 2010.
Posteriormente defendió las aspiraciones de Enrique Doger, palabras más, palabras menos, dijo “Doger no se está adelantando a los tiempos electorales”.
Pero ahí no queda la cosa.
Cuatro años después, nuestra flamante regidora acompañó a la dirigencia municipal del PRI, encabezada por Claudia Hernández e Iván Galindo, a un encuentro con el presidente municipal Eduardo Rivera.
A la reunión acudieron todos los regidores priistas.
Si no me creen, a continuación les presento la foto de aquel encuentro, el cual fue el 13 de febrero de 2012.

Si de criticar se trata. Por qué Montalvo no cuestiona la iniciativa del gobernador Moreno Valle de querer llevarse la celebración del Grito a la zona de Los Fuertes y así romper con una añeja tradición entre los poblanos. Pero no, guardó silencio y dejó solo al regidor Octavio Castilla Kuri, quien pidió al gobierno evite cambiar la sede de la celebración.
Los ataques de Sandra Montalvo demuestran la falta de una agenda de trabajo serio.
Pero éstos son nuestros regidores, que están más preocupados por salir en los medios que ponerse a trabajar.
Sobra decir que nuestra regidora padece de “amnesia” política.

A propósito del Grito
Si el capricho de El señor de los Cerros se cumple y secuestra la ceremonia del Grito a la zona de Los Fuertes mientras que Eduardo Rivera decide darlo en el zócalo, está no será la primera vez.
En 1996 Gabriel Hinojosa se fajó los pantalones y se propuso dar el grito en él. Esto no pasó, Manuel Bartlett encabezó los festejos.
Pero ese hecho sentó un precedente.
En la negociación para que Bartlett diera el grito ese año se acordó que en 1998 que Gabriel Hinojosa fuera el protagonista de la ceremonia.
Manuel Bartlett tuvo que refugiarse en Zacapoaxtla.
Siendo Hinojosa el primer y único panista —de cepa—en encabezar la tradicional fiesta en la capital del estado.
Y surge una pregunta.
¿En esta ocasión Eduardo Rivera dará su propio grito —como jefe de la plaza— o acompañará al gobernador para que le haga un desaire similar al del año pasado?