Que será a más tardar a finales de noviembre cuando se registre un cambio al frente del Comité Directivo Estatal del PRI y es que la reestructuración va a fondo y a nivel nacional, la decisión ya está tomada de que sea sangre fresca la que venga a tomar la iniciativa en la encomienda de refundar al priismo local.
Que el gobernador Moreno Valle está dispuesto a ir hasta las últimas consecuencias en su elección, que es la del 2013 y no le importa hasta donde tenga que llegar con tal de mantener el control de la entidad.
Que para tal fin Moreno Valle, como todo buen operador político, tiene un plan A, un plan B y un plan C; que el plan C, si no logra concretar que Fernando Manzanilla sea el candidato del PAN a la presidencia municipal de Puebla y si no logra reactivar su megacoalición que lo llevó al poder, es… mandar a varios de sus emisarios como candidatos por diferentes partidos políticos.
En este sentido, y si no le se dan las cosas, no descarte poder ver a Tony Gali, secretario de Infraestructura, como candidato a presidente municipal por el PRD, a Jorge Aguilar Chedraui como candidato de Nueva Alianza; por supuesto, futureando. Y es que el gobernador hábilmente tiene en mente varios escenarios con los que puede jugar, aunque el primordial es establecer la alianza con el PAN, el PRD, Movimiento Ciudadano y el PT, pues sabe que Nueva Alianza difícilmente se sumará a la aventura local, luego de que la maestra Elba Esther Gordillo es tan amiga de Peña Nieto como de él.
La construcción de la coalición es el trabajo que hoy por hoy le quita el sueño al gobernador y sus operadores, pero no es el factor fundamental, ya que el plan C está en marcha y bien afinado; la llegada del Luis Miguel Barbosa y de Graco Ramírez al gobierno de Morelos afina sus lazos con la izquierda, que se dice progresista pero que no es izquierda y que está dispuesta a negociar cualquier cosa para mantener su status quo.
El gobernador Moreno Valle tiene muy definida la ruta crítica rumbo a 2013 y eso pasa por la construcción de la coalición, una gran alianza con el PRI de ganar-ganar, como le gusta al mandatario o en todo caso ir a la contienda “solo”, pero con los amarres suficientes para salir airoso en una lucha que muchos dicen será a muerte.

La renovación el PRI
El expartidazo está más vivo que nunca, será a más tardar en noviembre cuando se dé el cambio en la dirigencia estatal del tricolor y comience la renovación de cuadros dentro del PRI.
La decisión ya está tomada y aunque no hay nombres, los grandes grupos de poder se pelean, tanto la coordinación de los diputados priistas federales por Puebla, que parece ganará Carlos Sánchez — expresidente de San Martín—, como la presidencia del Comité Directivo. Lo cierto es que las decisiones del expartidazo ya no se dan en la aldea, en donde cada quien hace lo que quiere, sino en donde deben de ser: a los más altos niveles en la ciudad de México, y tres personajes llevan mano: Enrique Peña Nieto, Osorio Chong y Jorge Estefan Chidiac, el poblano con mayor influencia en los temas locales.
Así que, pase lo que pase, los cambios irán a fondo con miras al 2013 en donde el expartidazo se debe de reforzar para afrontar la guerra contra el morenovallismo. El tricolor tiene a dos o tres candidatos en “la mira” para el relevo en la dirigencia estatal, pero será hasta noviembre cuando se dé el aval para que se hagan los cambios.
La renovación va a fondo, pero no serán los factores locales los que influyan, será única y exclusivamente el tema nacional el que determine quien se hará cargo del expartidazo.