La frialdad de los números que presenté el día de ayer revelan varias lecturas interesantes rumbo a la elección del próximo año, muchas de las cuales he comentado en este mismo espacio.
A pesar de que al gobierno de Rafael Moreno Valle le falta calidad humana, que también lo reflejaron los resultados del estudio realizado por el Tec de Monterrey, seguimos atrasados en materia de competitividad, la administración estatal a través del enorme gasto en las televisoras ha sabido crear una “cortina de humo”, un espejismo respecto a sus alcances y logros de gobierno, ya que la gente en su mayoría evalúa bien la gestión del mandatario poblano.
Una segunda vertiente dentro de esta misma variable es que el trabajo realizado en Puebla capital por el gobierno morenovallista ha alcanzado incluso a posicionar bien a la administración municipal que encabeza Eduardo Rivera Pérez, sin restarle tampoco méritos al edil capitalino, quien ha sabido aprovechar la obra pública desarrollada en su territorio, además de contar con una muy buen política de comunicación social que promueve sus actos de gobierno. La alta calificación de la ciudadanía de la capital a estos dos personajes redunda en la aceptación que tiene la marca PAN en Puebla capital, pese a todos los problemas internos que existen en este partido y sus principales figuras.
Una primera lectura en torno a los aspirantes se la lleva el rector de la UAP, Enrique Agüera Ibáñez, quien lleva casi 8 años al frente de la máxima casa de estudios en el estado y se encuentra hoy por hoy en los niveles más altos de aceptación. Agüera sería sin duda la mejor carta para cualquier partido político, llámese PRI o PAN. Su trabajo está a la vista de todos y el próximo lunes dará una muestra de su poder de convocatoria cuando rinda su tercer informe de labores al frente de la UAP. Que nadie espere anuncios espectaculares sobre su futuro político el próximo día 8; Agüera es político ortodoxo y esperará los tiempos para tomar su mejor decisión y definir cuál será su rumbo.
Una segunda lectura es que todos los candidatos del que podemos llamar “grupo del gobernador” están prácticamente empatados, o si no con números muy parejos. El secretario de Gobierno, Fernando Manzanilla Prieto, es el que cuenta con los mejores números, no es el más conocido pero si el que tiene la mejor preferencia efectiva, de 51 por ciento, con un 36 por ciento de conocimiento. A Manzanilla lo siguen los “Tonys”, padre e hijo, que tienen una preferencia efectiva de 46 y 47 por ciento respectivamente, aunque con un conocimiento bajo y con la situación de que la gente no acaba de distinguir quien es quien.
Jorge Aguilar Chedraui es el más conocido con 40 por ciento, aunque debe de trabajar mucho para ganar en confianza, ya que su preferencia bruta es sólo de 31 por ciento. Una tercera lectura es que la candidata mejor posicionada del “ala dura” del panismo es la “eterna aspirante” Ana Teresa Aranda Orozco, “La Doña”, quien cuenta con una preferencia efectiva de 39 por ciento con 62 por ciento de conocimiento, aunque la postulación de Anatere es materialmente imposible, ya que significaría la ruptura con el gobernador Moreno Valle. El Yunque cuenta con muy pocas cartas.
Una cuarta es que el mal llamado “plan B” del gobernador, Pablo Rodríguez Regordosa, nada más no transita. Ni la llegada de Audi a Puebla lo pudo ayudar. Rodríguez, quien fue candidato a la alcaldía en 2004, cuenta con un conocimiento de 37 por ciento, con una preferencia efectiva de tan sólo 35 por ciento, además de que le tendrá que explicar al gobernador por qué Puebla hoy se encuentra tan rezagada en materia de competitividad, de acuerdo al estudio realizado por el Tec de Monterrey, institución a la cual califico como seria.
Una quinta es que el priista José Chedraui es una opción más que interesante para el PRI, ya que con muy poco trabajo es medido y considerado dentro de los estudios de opinión. Chedraui y Enrique Doger Guerrero son verdaderas cartas de peso completo para el priismo para 2013, aunque la probable postulación de cada uno dependerá de las circunstancias que enfrente el priismo, el presidente Peña Nieto y el gobernador Moreno Valle.