Sin duda, la administración morenovallista atraviesa por la peor crisis en su breve periodo al frente del destino de Puebla.
El golpe asestado por la detención de la maestra Elba Esther Gordillo exhibe en su justa dimensión al gobernador de Puebla: un hombre hábil, inteligente, terriblemente autoritario, pero a final de cuentas mortal como cualquiera.
El morenovallismo, al igual que el marinismo, creyó que Puebla era una isla, se encerraron atrás de su “línea Maginot” y se creyeron inexpugnables. Hoy viven la peor crisis de su breve historia gubernamental y no encuentran la salida.
Todos los días, el gobernador es el blanco favorito de medios nacionales como Reforma, donde incluso se burlan del mandatario y de su reacción ante la detención de la maestra Elba Esther Gordillo, sin que los operadores de medios del mandatario sirvan de algo.
La imagen de Puebla, asociada a la del gobernador del estado, que tanto trabajo costó rescatar luego de lo escándalos protagonizados por su antecesor, Mario Marín Torres, hoy se puede ir por la borda, ya que muchos comienzan a perderle el miedo y el respeto a Rafael Moreno Valle Rosas.
Al inicio de la presente administración, el periodista Arturo Luna Silva, en su “Garganta Profunda”, que se publica exclusivamente en su portal Puebla Online, citó a El Príncipe, la inmortal obra de Nicolás Maquivelo.
Con la genialidad que lo caracteriza, Luna habló de cómo en la obra del italiano el príncipe debe de elegir entre ser amado o ser temido, y que generalmente es preferible ser temido que amado, pero también acotaba Maquiavelo que se debería tener cuidado con no cruzar la delgada línea de ser odiado.
El mensaje no pudo ser más claro para el inquilino de Casa Puebla, quien pese a ser un maestro en el arte de la guerra tal vez ignoró la advertencia o en la soberbia que genera el poder tan absoluto como el que gozó, no imaginó nunca lo que se avecinaba.
Aunque al interior del morenovallismo se ve que la orden fue aparentar que no pasa nada, lo cierto es que hoy están apanicados con todo lo que puede salir a la luz durante las investigaciones que realiza la Procuraduría General de la República dentro del “Elbazo”.
Y como dijera el eslogan del morenovallismo: “Lo mejor está por venir2.

Indignación en Tehuacán
El ambiente en Tehuacán es de indignación ciudadana.
Eliseo Lezama Prieto, edil de aquella ciudad, anunció que el festival que se celebra en el mes de marzo tendrá un costo de “poco más de 6 millones y medio de pesos”.
Para esta edición 2013 fueron contratados Francisco Céspedes y Armando Manzanero con su nuevo espectáculo “Armando un Pancho”, a la cantante María José y al conjunto Río Roma.
La suma de esos tres espectáculos, que son el plato fuerte del festival, —según expertos en el mundo la farándula—, no sobrepasa el millón y medio de pesos.
La duda es expresa: ¿A dónde van los otros 5 millones de pesos? ¿A qué bolsillo?
La irritación ciudadana estriba en que Eliseo Lezama se niega a rendir un informe desglosado.
Así sucedió con los festivales de los años 2011 y 2012, cuando presentó presupuestos millonarios pero nunca detalló gastos ni mostró facturas.
El festival de Tehuacán es, ante todo, un espectáculo de opacidad y turbios manejos.
¿David Villanueva, titular del Órgano de Fiscalización, sabrá lo que ocurre en Tehuacán?… Y eso que lo mejor está por venir.