Fue en julio de 2011 cuando el diputado Zeferino Martínez Rodríguez subió a la tribuna y les dijo a los diputados de la LVIII Legislatura que habían aprobado la cuenta pública 2010 de Mario Marín: “¿Y si de una vez le pedimos perdón?”.
El legislador se refirió a que el documento fue avalado por la amplia mayoría del PRI y el PAN, a pesar del discurso de los panistas en la campaña 2010, nadie objetó, todos fueron sumisos.
Dos años después, el 18 de julio, el PRI pagaba el favor; “agachados”, los diputados priistas votaron a favor de la cuenta pública 2012 de Rafael Moreno Valle en la que la Auditoría Superior de la Federación. En sí hay mucho que cuestionar a los anteriores legisladores y muy pocos se salvan. (FSN)
La seguridad de Casa Aguayo
Sucedió el pasado lunes a las 14:30 horas, a menos de 200 metros de la súper custodiada Casa Aguayo, la reportera de un medio digital fue asaltada y golpeada por un par de sujetos; la autoridad nunca llegó, nadie descuidó su puesto para apoyar.
Por fortuna, la reportera sólo presenta algunos golpes y la pérdida de un teléfono, pero queda comprobado que la delincuencia no para en la ciudad. (FSN)
De maquillaje a mentiras
En una época en que las autoridades poblanas presumen el crecimiento del número de empleos en sus informes y spots, la realidad nos demuestra que mienten y “maquillan” cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI); prueba de ello es el anuncio del empresario Gerardo Schivy y el cierre inminente de la industria fabricante de bombas de agua domésticas e industriales Bonasa, que por décadas dio empleo a una cantidad significativa de obreros y técnicos, y que aunque fundada por un inmigrante alemán siempre se consideró una empresa poblana y que al desaparecer significa una nota negativa para el sector laboral. Ante lo anterior cabe preguntar cómo actuará en su reciente responsabilidad la novel autoridad laboral poblana, todos jóvenes empresarios poblanos de origen libanés y que deben demostrar a la sociedad poblana su capacidad para fomentar la creación de “empleos bien pagados”, como expresan los spots de la Reforma Energética; de otra manera, pasarán sin pena ni gloria, como sucedió a los denominados “hombres del cambio” en las gestiones de Manuel Bartlett y Rafael Cañedo. (SVC)