La flor se marchitó. Fue fugaz expresión de cortesía política que no llegó al trimestre. El discurso colaboracionista del gobernador Rafael Moreno Valle se lo llevó el viento. Nada quedó de los esfuerzos por mantener el puente de comunicación con la presidencia de la República.
El 21 de junio fue más evidente que nunca el conjunto de lisonjas que desde Puebla fueron enviadas a Enrique Peña Nieto, hoy convertido en blanco de la crítica del primer círculo del mandatario poblano.
Y como si en ese corto periodo hiciera falta refrendar la luna de miel que vivían Rafael Moreno Valle y el priista Enrique Peña Nieto, ese día el poblano regresó la flor al mexiquense a través de un medio eficaz y certero: el programa de Joaquín López-Dóriga en Radio Fórmula.
Contratado para transmitir desde el Hospital para el Niño Poblano, el periodista y principal conductor del noticiario estelar del Canal de las Estrellas fue además, extremadamente cauto en el trato que dispensó al mandatario, su anfitrión hace menos de un trimestre.
Y eso que en septiembre había recibido de la CNDH la recomendación 2VG/2014 por violaciones graves a los derechos humanos por el homicidio de un niño de 13 años, un expediente “cerrado”, según decretó en una entrevista como parte del carrusel con motivo de su informe de gobierno.
Tan cauto fue el periodista que las preguntas al interlocutor cayeron en el elogio apenas disimulado: ‘…te escuchaba en la visita del presidente Peña Nieto y no parecías un gobernador del PAN’, le dijo López-Dóriga
Y siguió: “…dime, ¿en temas más allá de Puebla, cómo está afectando, de qué manera está afectando a Puebla la situación que está viviendo al país con el tema de los desaparecidos de Iguala?
Y él poblano que no había hecho un solo pronunciamiento público tras los hechos del 26 y 27 de septiembre que costó la vida a 43 normalistas y seis personas más, soltó el mensaje con toda intención: el guiño con el presidente por encima del discurso incendiario de otros panistas como Gustavo Madero o Ricardo Anaya.
“Sin duda es un tema complejo a nivel nacional, me parece que debemos en primer término, ser muy solidarios con el Presidente de la República. Ha dado mensajes muy claros de su compromiso con la construcción de un gran país, me queda claro que hay rezagos ancestrales que hay que atender y la única manera de lograr eso es trabajando juntos“.
“Yo considero que el ser de un partido distinto no implica que tengas que estar en la oposición, me parece que en la mayoría de los temas podemos encontrar coincidencias”, le dijo al periodista.
Ayer que la esposa del gobernante poblano Martha Erika Alonso de Moreno Valle enderezó sus baterías discursivas contra el presidente de México algo salió del control en el búnker morenovallista.
Los esfuerzos por cultivar y mantener esa relación cordial con los priistas que viven en Los Pinos se debió haber fragmentado tras escuchar los 54 segundos del discurso de la también presidenta del DIF a quien no se le había visto en ningún otro acto de campaña.
—¿Que pasó la vez pasada?, ¿cuánta gente en la elección presidencial dijo hay yo voy por este porque está bien guapo? Y ahí está lo guapo, ¿y de qué nos sirve lo guapo a los mexicanos? ¡De nada!
Esos 54 segundos de proclama contra el trabajo desplegado por Peña Nieto deberán tener un alto costo que significará aplicar un control de daños en la difícil tarea de evitar el coletazo del sistema que el propio Moreno Valle conoce por dentro: el priismo en el poder.
Parabólica