La detención y puesta a disposición del Ministerio Público Federal del ex director de la Policía Estatal Preventiva (PEP) de Puebla, Marco Antonio Estrada López junto con el exjefe del Grupo de Operaciones Especiales (GOES), Tomás Méndez Lozano, por presuntos delitos federales abrió la Caja de Pandora en la corporación que dirige Facundo Rosas Rosas, secretario de Seguridad Pública.
Apenas se supo del aseguramiento de los elementos del Ejército Mexicano de estos mandos policiacos el reportero fue contactado por un grupo de ex policías estatales, despedidos en marzo pasado para compartir información sobre el esquema de operaciones que Estrada López y Méndez lozano impusieron desde su llegada a la corporación para cometer los delitos que se les imputan.
De igual forma establecieron conexiones que ambos sujetos mantuvieron, lo que permite advertir la infiltración de un grupo delictivo organizado en el interior de la Secretaría de Seguridad Pública y sus órganos de inteligencia para beneficiarse de ello, desde que fue traído por otro actor que se había mantenido fuera de escena.
El exdirector de la Policía Estatal Preventiva detenido por el presunto robo de combustible a Petróleos Mexicanos la madrugada del martes fue traído a Puebla por Alejandro Oscar Santizo Méndez, ahora Secretario de Seguridad Pública en el municipio de Puebla.
Para el cobro de cuotas por escoltar o permitir el paso de cargamentos de combustible robado de los ductos de Pemex por diversos tramos carreteros, Estrada López utilizó en forma sistemática a su secretario particular, Juan Carlos Martínez Díaz y al jefe administrativo, Miguel Delgado Avelino.
El jefe del GOES, a su vez, dispuso que hubiera bases de operación en las regiones de San José Chiapa, al mando del oficial Santos Pérez Francisco; Esperanza, Feliciano Pérez Espinosa; Tepeaca, Lorenzo Morales Esgliem; y Zacatepec, Miguel Ángel Onofre.
Ya con el grupo de incondicionales el trasiego y custodia del combustible sustraído de tomas clandestinas se habría convertido en un asunto cotidiano, aseguraron las fuentes consultadas.
La actividad ilegal de los mandos policiacos descubierta la víspera por la Sedena en la región de Tepeaca terminó por hacer quedar mal parado al gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle quien ahora vacaciona en Europa.
Apenas el domingo 12, a unas horas de conocida la fuga del penal de alta seguridad de Almoloya de Juárez del narcotraficante Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, la administración panista emitió un comunicado para refrendar su apoyo al gobierno federal para encontrar al capo… con sus corporaciones policiacas. “Se informa que el Grupo de Coordinación Puebla, integrado por instancias de los tres niveles de gobierno se ha coordinado conforme a los protocolos de la Estrategia Nacional y Estatal en materia de seguridad, fortaleciendo las revisiones en los Arcos de Seguridad y en las casetas de cobro federales y estatales ubicadas en la entidad, además de dispositivos de protección ciudadana”.
Los cuatro párrafos del boletín terminaba con un llamado que contrasta con los últimos hechos: “La administración encabezada por el Gobernador Rafael Moreno Valle refrenda su compromiso con la seguridad de los mexicanos y hace un llamado a todos los gobiernos estatales a trabajar de manera coordinada con el Gobierno Federal por esta causa de seguridad nacional”.
Las ligas de los operadores de Marco Antonio Estrada López y Antonio Méndez Lozano en el interior de la Secretaría de Seguridad Pública alcanzan diversos niveles en la estructura policial. 
El jefe inmediato de estos es Marco Antonio López Escamilla, subsecretario de Operaciones Especiales. Se trata de un policía federal que fue secretario de Seguridad en Oaxaca y traído a Puebla por el exmandatario de ese estado, Diódoro Carrasco, oficialmente nombrado por Moreno Valle enlace del gobierno poblano con el DF, aunque en la práctica es un operador político.
Los encargados de cobrar el derecho de piso a los grupos de ladrones de combustible en las regiones mencionadas también traen sus ligas en la dependencia de un Facundo Rosas que parece ignorar todo lo que sucede en su dependencia.
El secretario particular de Estrada López, Martínez Díaz tiene a su esposa Mónica Corona Estévez trabajando en la Policía Montada; su padre, Martín Martínez Arvizu, tiene cargo de subdirector en la corporación; y su madre, Lydia Yolanda Díaz López, trabaja en la Dirección General de Ceresos.
A su vez el jefe del área administrativa de la Policía Estatal Preventiva, Miguel Delgado tiene a su esposa, Marina Palomino en la Dirección de Grupos Especiales, que manejó hasta su detención Méndez Lozano; su padre de nombre Apolinar Delgado es responsable de seguridad en la región de Izúcar de Matamoros.
Este miércoles un grupo de empresarios aglutinados en la Red Mexicana de Franquicias pidió al gobernador de Puebla una limpia total de elementos en la SSP. José Roberto Esquivel, vicepresidente del órgano empresarial demandó además fortalecer las pruebas de control de confianza que han resultado ineficientes. La limpieza debe ser total, demandó.