En la clase política se dice con insistencia que el cariño y el afecto se refleja en la nómina y el presupuesto. Forma parte de la picaresca mexicana, inviértanle entre quienes han sabido vivir del presupuesto, del erario y el poder público. 
Y como ni cariño ni afecto hay entre el gobierno federal y el titular del Ejecutivo estatal, Rafael Moreno Valle, la cosa pinta mal para el contribuyente cautivo en territorio estatal por que deberá financiar la opulencia hecha política pública por un gobierno de corte empresarial, frívolo y hedonista.
Ahí están obras suntuosas como la mega rueda de la fortuna, las fuentes danzarinas y las ciclopistas mal diseñadas por su condición de inseguridad y poca aportación para mejorar la movilidad urbana. Del Museo del Barroco por el gasto que parece irracional.
Las malas noticias no llegan solas. El ejemplo está aún latente tras la entrega del paquete económico de 2016, ayer en San Lázaro por parte de Luis Videgaray Caso. Un recorte al gasto programable de más de 220 mmdp no se puede entender de otro modo, en un contexto particularmente difícil.
El proceso devaluatorio del peso frente al dólar, que de acuerdo con analistas quedará sobre los $15.40, la desaceleración de la economía en China, los bajos precios del barril de petróleo mexicano en el mercado internacional y la política partidista de 2016 permiten prever un sombrío panorama.
Ayer en la Cámara de Diputados existía la convicción de que con un paquete económico tan austero, la métrica con la que se medirá el dinero federal para las entidades será el afecto y el cariño. La capacidad de maniobra de los gobernadores será factor en la toma de decisiones.
Acostumbrado como está a construir percepciones positivas en función de intereses ulteriores, el gobernador de Puebla necesitará flujo para financiar el lucimiento indispensable para el elector en 2016. 
Si ese dinero público no sale de la bolsa federal deberemos esperar mecanismo engañosos para dinero fresco en detrimento de la economía doméstica del poblano promedio. Ya lo ha hecho en episodios pasados, no sería extraño que repitiera esquema. 
El proyecto presidencial del inquilino de Casa Puebla en 2018 pasa por la aduana de 2016. Con un candidato por el PAN u otro sin partido el próximo año, la premisa es ganar y para ello se necesita una caja abundante en efectivo que deberá venir de algún lugar... El bolsillo del causante cautivo, por ejemplo. 

En el sótano... 

1.- Atlixco es el destino. Este sábado está prevista una nueva gira de delegados federales por ese municipio gobernado por el PAN. La nota será que como en cada fin de semana, cerrará la lista de oradores Juan Carlos Lastiri, en su calidad de subsecretario de Desarrollo Urbano y Vivienda de Sedatu.
2.- Caer para arriba. Podría decirse que al salir de la subsecretaría de Evaluación y Prospectiva de Sedesol, ganó perdiendo. La nueva responsabilidad federal ocurre en un periodo sexenal en el que se decidió que fuera Sedatu la entidad con mayor número de programas y recursos. Aplica la máxima de que en política el cariño se demuestra en la nómina y el presupuesto. 
3.- El cadáver Lastiri, vive aún.