Va un muy afectuoso recuerdo.Un homenaje sincero al inolvidable Héctor Fernández Huarte (* 7- VIII-1928,+ 24-IX-2015) torero, extraordinario amigo, colega, Juez de Plaza y Diestro, como asesor, siempre al lado del Juez, pues así lo dicta y ordena el Reglamento Taurino de Puebla:“el asesor del juez, debe haber vestido de luces, haber toreado; conocer y saber las suertes y la lidia del toro bravo”.
Don Héctor lo era, cumplía cabalmente con todo esto.
Muchas, muchas cosas, nos enseñó, por algo siempre vivió dentro del toro. Elegante, muy elegante; de casualidad de esas que se dan la vida, durante muchos años fue gerente de una popular tienda de ropa en el mero centro de la ciudad:“El Caballero Elegante”.
En la calle 5 de mayo, afuera de su tienda, siempre vestido de impecable negro; don Pepe Rodoreda, y a la vuelta en la 2 oriente, frente a donde hoy se ubica un Samborn´s: muy bien vestido, muy bien plantaó y muy jarifo,Don Héctor, a quién se le conocía, precisamente con ese mote: “El Caballero Elegante”.
Fue miembro activo y fundador en el año de 1963 de la Asociación Taurina de Puebla, (todavía subsiste) que nace a iniciativa de varios taurinos de pura cepa y de época; el Matador en retiro Ignacio Gómez “Gallito”, Armando el “Güero” Zeleny novillero también, el Lic. Víctor Hugo Muñoz Alcántara, y los doctores AlfonsoCastro, ganadero de “La Guadalupana”, Médico de Plaza, y Cosme Camacho Lezama, entre otros.
Mismos a los qué unido un servidor, estuvimos de píe, todo de negros vestidos, incluida la corbata, compactamente parados, en la esquina de la nueve poniente y 19 sur, don Héctor vivió en la privada paralela a 200 metros del Toreo, hasta que la nube de polvo y los primeros trozos de concreto del antiguo “Toreo de Puebla”, empezaron a caer el día del inicio de sudemolición, en abril d 1974. Se publicó entonces en “El Sol de Puebla” (también todavía subsiste a pesar de todo) una esquela que decía: “Este día ha sido certeramente asesinado el Toreo de Puebla, a manos de la empresa “Blanco”.
Los primeros trozos de concreto comenzaron a caer entre una nubareda de polvo y tierra, demolidos a golpe de grúas impulsadas por la fuerza de Gabriel Alarcón. Años después, alguien nos decía: - ¿Y, ustedes no pudieron hacer nada? Nada, nada pudimos hacer ante la fuerza y el poder de Los Alarcón. Pues ahí, soportando la criminal destrucción y la injuria a la fiesta estuvo también Don Héctor.
Qué viejos y hermosos recuerdos: en las tardes aquellas en que la plaza reventaba, era un volcán, se armaba el griterío, la bronca contra el juez, crecían los gritos de ¡..uuuulero!, la plaza toda al unísono contaba y gritaba: ¡1,2,3… ta-ta-ta-tata El Juez! Él, que sí usaba sombrero cordobés, - dicho queda que sí era torero - se ponía de píe muy ceremonioso, mordaz, serio – qué no lo era – se quitaba el sombrero con la mano izquierda y con la derecha, parsimonioso, se alisaba el pelo, siempre muy bien peinado, y con el codo levantado apuntando hacia arriba y al frente, les devolvía las mentadas y aguantaba, firme en sus decisiones.
Nunca olvidaré una frase, una apreciación que él tenía, toda una sentencia: Cuando un torero “no se acomodaba con el toro”, lo que en la jerga taurina de los que chanelan más, se dice: “No le ha encontrado la distancia”, él se llevaba la mano a la barbilla y me decía: ¡Está toreando bien, pero feo!
¡Que en la Paz de Dios, descanse, Don Héctor!
Cerramos esta entrega comentando dos fotografías de curiosa composición: La una muestra a la más alta figura del toreo actual, precisamente en las alturas, la andanada alta de la Plaza de Las Ventas, en Madrid:José Tomás y Perico Gutiérrez “Capea” ambos con sus esposas en el festejo del domingo pasado, resulta lógico, sí “El Príncipe de Galapagar” anda en lo más alto de la fiesta, cuando va a disfrutar de una corrida su ego no le pide andar exhibiéndose en os callejones, como ocurre con quienes requieren de ello para sentirse “algo”.
La otra foto; misma plaza, mismo día; el matador Pérez Mota ordenó a su picador: “Pícaloabajo” y el del castoreño, ¡Muy obediente!
En sus años mozos, el que fue novillero: Héctor Fernández Huarte, aquí de corto vestido saludando respetuoso, precisamente al Juez, al fondo se ve una manta de apoyo al que fue un gran novillero Héctor Fernández Huarte.
¡Con la venia del asesor!De la revista “Siempre!”, Julio de 1999, ya hace algunos ayeres, es ésta foto, un servidor con don Héctor de asesor; derecha en la foto y el colega Dr. Cosme Camacho a la izquierda.
Plaza de Las Ventas en la andanada alta: José Tomás y Pedro “Perico Gutiérrez “Capea”, asistieron a la corrida del domingo pasado.
Misma Plaza, misma corrida, el matador ordenó a su picador: ¡Píocaloabajo! Y el varilarguero, ¡Muy obediente!