El CERI (Centro de Emergencia y Respuesta Inmediata) de Puebla, considerada la ciudad más importante del país, está acéfalo desde el viernes de la semana pasada tras la salida de su director Héctor Navarro Nava, un recomendado del titular de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal, Alejandro Santizo Méndez.
La salida de este funcionario ocurrió en medio de un silencio absoluto propiciado desde el gobierno de Antonio Gali Fayad, ante el cúmulo observaciones de auditores enviados por la Auditoría Superior de la Federación.
Hasta ahora han detectado irregularidades en la adquisición de 150 radios de comunicación, fallas en 100 cámaras de video vigilancia en la ciudad que habían sido instaladas en enero de este año, así como el colapso de las plataformas que ya se encontraban en funcionamiento.
Aunque no ha sido presentado, encargado del área fue designado el responsable de sistemas Jorge Alejandro Vázquez Ríos, ex director de Operaciones del C4 en el estado de Jalisco, la tierra de donde también es originario Navarro Nava.
Los enviados de la ASF siguen en proceso de la auditoría en las instalaciones del CERI, que casi de manera inusitada se apersonaron en las oficinas para realizar el proceso de supervisión del ejercicio del erario proveniente del Subsidio de Seguridad para los Municipios (Subsemun) del gobierno federal.
Desde el año 2008, el exdirector del CERI había sido señalado de tener presuntos vínculos con grupos de delincuencia organizada que operan en Jalisco como los cárteles del Milenio y de Sinaloa, controlados por Joaquín El Chapo Guzmán Loera, y Juan José Esparragoza, El Azul, e Ignacio Nacho Coronel.
Una carta enviada por policías estatales y municipales en ese estado a la Presidencia de la República y congresos de la Unión y de Jalisco acusaba a Navarro Nava de poner en alerta de narcotraficantes de los operativos policiacos, desde su posición como director del 066 de Guadalajara.
La salida por la puerta de atrás del ex director del CERI en Puebla vuelve a poner en el centro de atención los vínculos del Secretario de Seguridad del municipio, que ya antes vio pasar de cerca cuestionamientos por su relación con los mandos policiacos que desde la policía estatal se coludieron con bandas de delincuencia organizada dedicadas a la ordeña a ductos de Pemex.
En la Secretaría de Seguridad Pública del Estado aún recuerdan que tras la salida de Santizo Méndez de la Dirección General de la Policía Estatal Preventiva, fue nombrado Marco Antonio Estrada López, el exmando que junto a Tomás Méndez Lozano, exjefe del Grupo de Operaciones Especiales (Goes) fueron detenidos a mediados de julio por su colusión con los chupaductos.
Organizaciones de la sociedad civil y empresariales en Puebla han cuestionado desde hace meses el crecimiento de los indicadores de delincuencia como asaltos con violencia a cuentahabientes, robos en casa habitación, feminicidios y secuestros.
Un ex mando del área de inteligencia dijo a este reportero que la vulneración del sistema de vigilancia del que era responsable Héctor Navarro Nava podría traer consecuencias graves por la probable infiltración del crimenorganizado, que en el pasado ya había intentado entrar un par de veces.
El silencio oficial del gobierno de la ciudad se mantiene sobre este asunto.