Al medio día de ayer miércoles el rumor en la Secretaría de Infraestructura era que personal de conservación de las áreas de oficina de esa dependencia habían sido llevados a hacer talacha de intendencia al inmueble en el que se llevará a cabo hoy un juego de fútbol en medio de la más profunda significancia política.
Además de los trabajos obligatorios de barrido, trapeado y pintado de esta multicitada obra que ha lastimado la dignidad de los trabajadores de la Secretaría por la que han desfilado cuatro titulares, unos 50 trabajadores de esa misma oficina serán utilizados como gendarmes emplazados en los accesos del estadio.
Nada ha detenido el lucimiento personal de quien promovió la remodelación del estadio, ciertamente vetusto. Con esta será la tercera modificación después de su inauguración en 1968.
En 1985 fue reinaugurado con motivo de la primera ampliación previo a la disputa del Mundial México 1986. De la obra original del reconocido arquitecto mexicano, Pedro Ramírez Vázquez, responsable del diseño de obras emblemáticas como el estadio Azteca y la Basílica de Guadalupe, no queda nada.
Más allá de los datos duros como las modificaciones a lo largo de la historia, la inversión de 730 millones de pesos de dinero público y la empresa constructora responsable de las modificaciones, que incluyó la colocación del material ETFE en azul y blanco, las especulaciones surgen por todos lados.
Por ejemplo que las empresas Dün Arquitectos y Acapro de Hidalgo son en realidad una sola. El nombre detrás del buró de ejecutivos se guarda bajo siete llaves que yacen en el principal despacho de la vieja casona de Bucareli, cuartel de operaciones del poderoso Grupo Hidalgo.
Tal vez ese acuerdo inconfesable explique la posición complaciente del titular de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, con el inquilino de Casa Puebla, potencial rival de quien resulte ungido candidato presidencial priista en 2018, una carrera en la que no se debe descartar al dirigente priista Manlio Fabio Beltrones.
Una cosa es cierta: para cuando esta columna vea la luz pública no habrá un solo militante que no sea afín al grupo de Rafael Moreno Valle que tenga boleto en mano para una ceremonia inaugural que parece más una fiesta de cuates del anfitrión de la fiesta para la quinceañera de vestido largo.
Y visto en perspectiva no solo se trata de un acto de lucimiento personal del mandatario, sino la presentación en la sociedad futbolera, que no es poca, de sus propuestas electorales para el 2016: el presidente municipal, Antonio Gali y la esposa del propio gobernador, Martha Erika Alonso de Moreno Valle.
El juego amistoso del Puebla de La Franja contra del Boca Juniors tiene más jiribilla que cualquier mesa de café de nuestra clase política.
Parabólica