La influencia del grupo de Rafael Moreno Valle tendrá una vez más, un pie en el Partido Revolucionario Institucional con la llegada del ex diputado federal tricolor, José Luis Márquez Martínez a la secretaría general de la Confederación de Organizaciones Populares (CNOP), este miércoles.
Persistentemente identificado como un priista con piel morenovallista, Márquez Martínez se había mantenido discreto de los acuerdos obtenidos en Casa Puebla de los que ha sido benefactor a través del despacho Balance Soluciones Contables & Gubernamentales SC.
No es cosa menor que esta firma de contadores, cuya representante legal es María de los Ángeles Zenteno Ventura,  esposa del exlegislador y futuro líder de las clases populares priistas facture en promedio ocho millones de pesos al año por concepto de auditoría externa de diversas instituciones educativas en el estado.
Quien sabe de los privilegios de estar cerca de una administración que premia o castiga según el rol jugado en el contexto de la vida política, es entendible que el despacho de la esposa de Márquez Martínez haya estado registrado el despacho Balance Soluciones Contables & Gubernamentales SC en el padrón de auditores externos de la página de la Auditoría Superior del Estado con los números 54 ASP-063/14 54 y en 2015, con el 55 ASP 063/15
El portafolio de clientes del despacho del matrimonio Márquez Martínez- Zenteno Venturaresulta envidiable para cualquier auditor externo hoy en día: Instituto Tecnológico de Zacatlán Teziutlán, Chignahuapan, Ciudad Serdán y la Universidad Tecnológica de Puebla.
También aparecen en la revisión de las cuentas públicas de municipios como Chignahuapan, Los Reyes de Juárez, Zacatlán, Teziutlán y Tlatlahuquitepec y que habrían sido obtenidas como el pago de una factura política en el pasado reciente, por sus servicios a la causa política del gobernador de Puebla.
Ese es el perfil que el PRI llevará a uno de los sectores clave en el proceso electoral en curso, para renovar la gubernatura en manos del panismo y que el góber poblano pretende perpetuar a través de uno de sus dos cartas: el presidente municipal, Antonio Gali o su esposa, Martha Erika Alonso de Moreno Valle.
Y resulta aún más paradójico que se haya colado hasta la CNOP, el organismo que antes dirigió a nivel nacional un duro del priismo nacional como Manlio Fabio Beltrones, el dirigente de quien se ha dicho tiene cuentas por cobrar en el territorio estatal, no solo por una rivalidad del pasado, sino también futura.
El morenovallismo, conviene subrayarlo, tiene un pie dentro del PRI que alista los pertrechos para dar la batalla en el proceso de junio de 2016 para recuperar la gubernatura que una vez se les arrebató a manos de quien parece ser el patrón del nuevo líder de la CNOP poblana. 
¿O no?