Por primera vez los candidatos de oposición sí son oposición. A diferencia de otros años en esta elección a la mini gubernatura no hay candidatos de relleno. La estrategia que los gobiernos priistas ocupaban para tener candidatos de oposición a modo no se utiliza en esta elección. En la pasada elección a la alcaldía también hubo candidatos a modo. Pero por primera vez los candidatos de oposición realmente serán candidatos de oposición y no satélites del bipartidismo PRI-PAN.
Tanto Roxana Luna del PRD, como Abraham Quiroz Palacios de Morena y la candidata independiente, Ana Teresa Aranda, representan opciones para el electorado. (MMC)
Otra inequidad
Ana Teresa Aranda, la candidata independiente recibirá, aproximadamente 600 mil pesos de prerrogativas electorales. Esta es la candidata que asignó el Instituto Estatal para los candidatos independientes. La cifra palidece frente a lo que reciben los candidatos de otros partidos políticos que recibirán alrededor de 24 millones de pesos de prerrogativas electorales. Es decir, 24 veces más que la candidatura independiente. (MMC)
Operación cicatriz
La presencia de Melquiades Morales Flores el pasado fin de semana organizando un evento para Blanca Alcalá terminó con los rumores sobre el rompimiento, y si bien algunos pensaban que sería un acto masivo, lo importante era quiénes estarían en el encuentro.
Basta ver los nombres para entender que el “melquiadismo” cerró filas, y aquí los nombres: Héctor Jiménez Meneses, Lorenzo Arum Ramé, Marco Antonio Rojas Flores, Moisés Carrasco Malpica, Alberto Ochoa Pineda, Miguel Quiroz Corte, José Luis Márquez, Rómulo Arredondo Contreras, Carlos Arredondo Contreras, José Dóger Corte, Alberto Amador Leal, Melitón Morales. (FSN)
De la fiesta a la derrota
En el Instituto Electoral del Estado se pensó que habría fiesta el viernes ya que aseguraban que Ana Tere no sería la candidata al gobierno del estado, pero no contaban con el as que tenía la aspirante, la ley se aprobó el 22 de agosto y por lo tanto no podía ser retroactiva en su renuncia.
La realidad es que sea cual sea el resultado el instituto electoral ya perdió la elección por lo menos en credibilidad, en si fue derrotado. (FSN)