La dirigencia nacional del PAN decidió dar un paso adelante en el proceso de ruptura del acuerdo de paz interno entre los grupos que disputarán la candidatura presidencial en noviembre próximo, cuando la auscultación interna de ese partido ofrezca como resultado el nombre de quien haya aspirado al puesto.
Lo hizo al lanzar de manera unilateral una convocatoria para decidir el método de elección para perfilar a quien deberá competir por la Presidencia en 2018, a través del sitio oficial de la Fundación Rafael Preciado, una extensión de la estructura que Ricardo Anaya Cortés lidera desde donde se encuentra.
De acuerdo con el sitio oficial de ese partido, sus militantes también podrán opinar sobre la pertinencia de que haya alianzas con otras fuerzas políticas, como sucedió en Puebla en 2010 y 2016.
Apenas la semana pasada un grupo de panistas de la Ciudad de México habían ofrecido a este reportero una metáfora matemática que permitiría entender de manera gráfica el estado de cosas dentro de Acción Nacional, con tres cartas que juegan entre sí por alcanzar la nominación.
Anaya Cortés, Josefina Vázquez Mota y el exgobernador de Puebla Rafael Moreno Valle, componen un triángulo equilátero con tres caras iguales, con la misma distancia entre uno y otro y con posibilidades de sobresalir por igual en la anticipada carrera interna, según compartió este grupo de panistas.
La tregua parece vivir uno de los momentos más frágiles según los últimos acontecimientos. Fray Bartolomé en Reforma del domingo hizo un registro puntual del momento que se vive en la carrera interna panista.
“Por si alguien tenía dudas, quedó claro que la aspirante del PAN a la gubernatura del Estado de México, Josefina Vázquez Mota, logró amarrar el apoyo de los principales liderazgos de su partido… Siendo la excepción Rafael Moreno Valle”.
Aunque fue el viernes cuando el poblano por fin apareció con la abanderada panista en el municipio de Ixtapaluca, en ocasión de un foro sobre movilidad y desarrollo sustentable, la lectura sigue siendo que la distancia entre el exmandatario y el equipo de la exabanderada presidencial en 2012 es insalvable.
Templo Mayor consignó dos datos duros de insoslayable pertinencia en la coyuntura de Acción Nacional: la incorporación del anayista, Víctor Hugo Sondón, como coordinador de campaña y la del expresidente municipal de Puebla y cercanísimo a Margarita Zavala, Eduardo Rivera, como delegado del Comité Ejecutivo Nacional.
Las dos posiciones de mayor influencia en una campaña política que resultan de enorme significado político en las manos de los dos adversarios de Moreno Valle.
Dos puntos de ese triángulo equilátero que parecen despegarse. No es una buena, sobre todo en una contienda fundamental para el futuro político de las fuerzas en pugna rumbo a 2018.
“El gobernador poblano se quedó fuera del principal escenario electoral de 2017 y está por verse que tanto repercutirá eso en sus propias aspiraciones para la elección presidencial de 2018”, dice Fray Bartolomé.
La tregua entre los grupos en disputa tiene un corto periodo de vigencia, solo es cuestión de esperar.